lunes, 24 de enero de 2011

‘Il Cavaliere’, el caballero del berlusconismo

Berlusconi
Por Hugo González Montalvo
La noticia: la Fiscalía de Milán estima que “tiene pruebas suficientes” para acusar al primer ministro de Italia Silvio Berlusconi del delito de inducir a la prostitución a menores de edad. Le notificó que debe comparecer para “clarificar su posición” en el proceso que lo involucra con la menor Kharima ‘Ruby’. La prostituta de lujo Nadia Macrí aseguró que vio a ‘Ruby’ en una de las orgías que Berlusconi organizaba en su casa y que les pagó 5.000 euros a cada una.
Ruby
Los abogados del Primer ministro han dicho que “no comparecerá” por considerar que el Ministerio Público milanés “no tiene competencia”, que el delito de ‘abuso de poder’ es un delito “ministerial”, competencia del Tribunal de Ministros. Cuando desde diversos sectores de la sociedad se le exige la renuncia, Berlusconi dice con cinismo que él “no hace groserías en público”.
Manifestación pidiendo la renuncia de Berlusconi.
Según los intereses de los actores comprometidos, estos hechos tienen diversas interpretaciones. Para muchos de sus admiradores, el estilo de vida de Il Cavaliere debería producir envidia, más que rechazo. En conversaciones grabadas por la Fiscalía se escucha a los parientes de las chicas de Berlusconi estimulándolas a aprovechar la oportunidad de su vida. El hermano de una dice: “Ojalá fueses la novia del primer ministro, para resolver los problemas a mamá, a ti y a mí”. El papá de otra dice: “¡Espabila, hija, otras se te están adelantado!”. Berlusconi se gasta en chicas unos 1,5 millones al año. Cada noche unos 80.000 euros. “Son donativos a jóvenes en dificultades”, dice Berlusconi. Como la Iglesia mantiene mucha influencia en la opinión social, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, pidió “más moralidad y legalidad” en la vida política. Los amigos del Primer Ministro lo defienden, interpretan este escándalo solo como una vulgar estrategia de la oposición de centro izquierda para desprestigiar a Il Cavaliere, de derecha.
Da la impresión de que el debate se orienta hacia el campo de la moral individual de Silvio Berlusconi. Ahí es legítima la diversidad de opiniones. Lo que no admite dudas, y produce mucha indignación a la gente decente de Italia y del mundo, es que el gobernante se está aprovechando de su poder mediático, económico y político para desconocer los mandatos de la ley. Nichi Vendola, presidente de la Región de Puglia, y líder de la Izquierda Ecológica Libre, interpreta todo esto como “una telenovela deprimente. Un espectáculo indecente que confirma la degradación de la vida política”. Sin embargo, para muchos, el final de la era Berlusconi está llegando.
Vendola afirma: “El problema es el berlusconismo, esa cultura general que ha entrado en las venas de los italianos. Un país de ignorantes es menos libre. En 16 años, Berlusconi, gracias a su imperio televisivo, ha hecho su obra maestra, ha redefinido la idea de libertad, ahora es libertad de supermercado”. Seguramente Italia encontrara la vía institucional para salir de esta crisis, Vendola surge como posible candidato para liderar una renovación.
En Colombia, pocos se extrañan, menos se indignan, por estos hechos del extranjero, los delitos cometidos por aquí son peores y no pasa nada.
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Columna de opinión en EL HERALDO, diario de Barranquilla, Colombia
http://www.elheraldo.co/columnistas/il-cavaliere-el-caballero-del-berlusconismo





lunes, 10 de enero de 2011

Invierno y ‘Círculo de la Moral. Columna de opinión en EL HERALDO, diario de Barranquilla, Colombia.


Por: Hugo González Montalvo
 En estos días de catástrofe invernal salen a relucir las más variadas conductas humanas, provocando emociones encontradas. Nos indigna tanto la desidia deliberada del funcionario irresponsable como la acción canalla del ciudadano que sin escrúpulos roba las ayudas a los damnificados. Pero sentimos gran satisfacción al saber que una parte de la población de la región ha realizado diferentes manifestaciones de solidaridad con los vecinos afectados. Acciones espontáneas que nos recuerdan los estudios científicos sobre el denominado ‘Círculo de la moral’. Círculo ancestral, mental y cultural que poseemos todos los humanos, que marca los límites de nuestros deberes y compromisos, que incluyen y excluyen de nuestra responsabilidad moral a los otros seres vivos. Desde nuestros orígenes primates, el círculo estuvo limitado por mucho tiempo a grupos entre 15 y 30 personas con vínculos estrechos de cercanía y semejanza. En el grupo familiar, nos preocupaban las necesidades de los otros, compartíamos un mismo hogar, la caza, la recolección y el cuidado de los hijos. Sin embargo, el motivo de tal generosidad no dejaba de tener un matiz egoísta: obtener seguridad. Mientras creábamos pinturas en las cuevas o enterrábamos a los muertos, la moral se expandió como una estrategia de supervivencia, una forma de convivir mejor. Pero nuestra moral se acababa en los límites de la tribu, tenía el mismo tamaño que nuestra tribu. No obstante de que todos los humanos provenimos de un antepasado común, de que todos compartimos características esenciales y tenemos intereses semejantes, no todos incluimos a la humanidad, sin excepción, dentro de nuestro círculo moral. Quienes no formaban parte del círculo podían, sin remordimientos, ser maltratados, torturados o esclavizados.

Charles Darwin, en El Origen del Hombre, 1871, suponía, optimista, que pronto la humanidad toda, luego de un largo proceso de educación generalizada, quedaría incluida en un solo ‘Círculo de la moral’; el círculo, incluso, se ampliaría hasta acoger a todos los seres que sientan dolor. Pese a los adelantos, las religiones nos dividen, hoy gran parte de la población planetaria continúa pensando la moral en términos tribales; las diferencias en las fisonomías, llamadas razas, han sido muy difíciles de superar. Con todo, el ‘Círculo de la moral’ ha evolucionado con la historia, se ha expandido hasta llegar a la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuando lo ampliamos teóricamente a toda la “tribu humana”.

En nuestro país no podemos continuar con la conducta irracional de destruir los ecosistemas, coparticipando en las causas de los desastres naturales, y después llorar, atribuyéndole al diablo o al destino las consecuencias de nuestros actos. Con el consumismo superfluo generamos secuelas para el ecosistema planetario, por lo tanto, se hace indispensable que actuemos mediante un accionar ético biológico, que promueva una cultura ecoambientalista y pacifista, en procura de que el ‘Círculo de la moral’ se extienda a todos los seres que están involucrados en el proceso de la vida. Que asumamos la responsabilidad de preservar nuestro nicho, la biósfera, al Planeta Tierra, a la Matria. Que apliquemos la Ecuación Bacana (dolor-saber-querer-poder-hacer) para superar la crisis.
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Publicado en EL HERALDO, diario de Barranquilla, Colombia.
http://www.elheraldo.co/columnistas/invierno-y-circulo-de-la-moral