martes, 25 de agosto de 2009

Mompox, de película

Por Hugo González Montalvo
Fotografías: Katia Oliveros Cabarcas

Por invitación de Luis Augusto Vacca y Juan Ensuncho, directivos del Festival de Cine Independiente, estuve el fin de semana pasado en Mompox, en mi condición de jurado aprecié películas de gran calidad en concurridos escenarios con techos de estrellas.

Luis Agusto Vacca, Hugo González, Juan Ensuncho, Pedro Blas Julio.

El público disfrutó de proyecciones gratuitas en amplias plazas de admirable belleza arquitectónica, frente las iglesias de San Francisco, Santa Bárbara y la Concepción. Entre las muchas películas provenientes de países de Iberoamérica, destaco, por su fluidez narrativa, el film “Cuando vuelva a llover” de Colombia, ganadora en la categoría de mejorcortometraje de ficción,


y “Asamara” de España por su excelente fotografía y poético tratamiento, ganadora en la categoría de mejor cortometraje documental. Y en el marco de los conversatorios libertarios, parte académica del festival, pude compartir con colegas y jóvenes estudiantes las experiencias como realizador cinetelevisivo en la tertulia “Bacanería de Película”. Felicito a los organizadores del festival, evento cultural que fomenta el turismo y el saber cinematográfico.

Al recorrer las calles de Santa Cruz de Mompox, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, uno se traslada a la época colonial, las fachadas de las diversas edificaciones se encuentran bien conservadas, y al fisgonear los salones, pasillos y patios de las casas, con sus tradicionales mecedoras y helechos, uno puede evocar las leyendas e historias de los personajes que las habitaron.

En las noches, sus pobladores continúan con la feliz costumbre de sentarse en las puertas de sus casas, saludan con afecto los transeúntes que pasean visitando amigos y familiares.
El hecho de estar en una isla, es visto por algunos como una dificultad que ha retardado su desarrollo; para otros, sencillamente es una bendición, les ha permitido mantener intacto su legado arquitectónico y desanimado el arribo de mayor cantidad de inmigrantes que con sus negocios de turismo podrían arruinar la tranquilidad que actualmente gozan. Y lo que podría ser peor, provocar una tragedia cultural: el desplazamiento de los momposinos de sus casas del centro histórico.

Aunque se puede llegar a Mompox por la ruta de Magangue, optamos por la vía de La Gloria (Magdalena), carretera destapada que conduce a Piñoncito, a orillas del río Magdalena.

Se recorre el territorio que recientemente dominaron los grupos ilegales; es un viaje que los turistas exigentes no soportarían, a menos que les guste la aventura y escuchar las espantosas historias de violación de los Derechos Humanos que ahí acontecieron.

Nos llama la atención que desde hace muchos años las carreteras permanecen en mal estado (Troncal de Occidente y Carmen de Bolívar-Plato-La Gloria). Es evidente la desidia de los gobernantes y el conformismo de los pobladores de la región.

22 municipios de los departamentos de Magdalena y Bolívar están dispuestos a conformar el nuevo Departamento de la Depresión Momposina, el abandono de las capitales, Cartagena y Santa Marta, han motivado estas ansias de autonomía. Algunos habitantes del lugar están preocupados por el gentilicio que tendrían que asumir: ¡depresivos! Por lo tanto, están buscando un nombre que designe con mayor optimismo su condición de pobladores de tan hermosa y rica región.

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Columna publicada en EL HERALDO de Barranquilla.
http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/C/colum24agos-3/colum24agos-3.asp

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