lunes, 31 de diciembre de 2007

Preguntas y deseos de fin de año para Colombia, un extraño y hermoso país

Por: Hugo González Montalvo

Hoy la tónica es el optimismo y hacer planes para que el año 2008 sea el mejor de nuestras vidas. Pero también una ocasión para reflexionar sobre asuntos trascendentes. Veamos brevemente algunos variados temas.

Apegarse tercamente a convicciones profundas en ocasiones puede arrastrar a los pueblos a conductas desastrosas. Ejemplo: hace cinco siglos la población aborigen de la isla de Pascua, en el Pacífico sur, se autodestruyó al desforestar su precario entorno. Para poder transportar las gigantescas estatuas de piedra que veneraban necesitaban de los troncos de los árboles. Por una motivación religiosa acabaron, inconscientes, con el ecosistema de la isla, desapareciendo ellos con él. Hoy en Colombia se está desconociendo de manera irracional —persistencia en el error— las consecuencias nefastas de una política gubernamental que prefiere la guerra a la paz. El Gobierno y parte de la población obsecuente se aferran a una idea testaruda: “morir antes que transigir”. El Estado colombiano gastará 60 billones de pesos en defensa en el 2008. Teniendo gran parte de la población sin empleo, sin vivienda digna y sin salud ¿es ese un gasto justo? ¿Es racional? ¿Nos pasará igual que la isla de Pascua? ¿Seremos capaces de destruir al país por seguir adorando al dios de la guerra? ¿Por qué las consecuencias negativas de la actual política guerrerista se las trasladan a la siguiente generación de colombianos, sabiendo que esa generación hoy no puede votar o protestar?


Sin que hubiese ocurrido una verdadera reforma agraria en el país, ¿es cierto que lo que motivó la alianza entre políticos, narcotraficantes y terratenientes fue el interés común en una planificada y sangrienta contrarreforma agraria paramilitar? ¿Es cierto que se provocó el rompimiento de las conversaciones del Caguán para impedir que se pactara una reforma agraria entre la guerrilla y el gobierno? ¿Es ese el meollo del actual conflicto en el país rural? ¿No es esa la razón de las masacres y de los desplazados? ¿La población urbana y los industriales qué dicen al respecto? ¿Vamos a seguir siendo espectadores? ¿Quiénes son los que económica y políticamente se benefician de la persistencia en la guerra? ¿Existe un gremio de la guerra?
Generar seguridad ciudadana, o democrática, es un deber de las autoridades legalmente establecidas, cualesquiera que estas sean, entonces, ¿por qué se hace política con la obligación de brindar seguridad? ¿Seguridad no es sentirse respaldado humanitariamente por Estado? ¿La seguridad de seguir con vida no es lo primero?
En algunos sectores amigos de la guerra hay una fuerte oposición al acuerdo humanitario. ¿Tendrán temor de ver a Íngrid Betancourt como candidata presidencial en el 2010? Ella es el símbolo viviente de toda nuestra tragedia nacional. ¿Podría haber candidato con mayor autoridad ética que Íngrid para denunciar este suicidio colectivo? ¿Esta contagiosa insensatez de eternizar la guerra?
La participación de siete países en la ‘Operación Emmanuel’ ojalá sirva para que los colombianos se estremezcan y apoyen un definitivo acuerdo humanitario. Y sirva también para que el Gobierno no insista en sus inamovibles y nos permita soñar que el 2008 será el año del inicio de un proceso de paz. El Gobierno debe entender que iniciar los diálogos no es una muestra de debilidad del Estado sino una manifestación pragmática de la grandeza de los principios democráticos y humanistas consignados en nuestra Constitución. ¿Cuántos conmovidos gestos de países amigos necesitamos para que reaccionemos?La senadora Piedad Córdoba fue escogida por El Espectador como el personaje del año, ésta designación por razones obvias genera incomodidad y molestia en algunos sectores que no dejan de amenazarla o insultarla con los peores epítetos posibles. Todas las personas que creen que la paz es el camino preferible para Colombia seguramente estarán de acuerdo con la elección de este órgano periodístico.


A todos los ciudadanos les deseamos que en el 2008 tengan el beneficio de contar con buenos gobiernos locales y departamentales. Los nuevos mandatarios tienen el compromiso de restablecer en la comunidad la credibilidad en la política.





Para que en este inicio de año los amigos de la literatura se den gusto, les sugiero: Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000). Son 99 poetas los seleccionados (35 españoles, 64 hispanoamericanos). Tres colombianos: J. Arango, G. Quessep y D. Jaramillo. Edición con la colaboración de la Universidad de Alcalá de Henares. Y para conocer la actual producción de los nuevos cuentistas latinoamericanos, el libro: Bogotá 39, Antología del cuento latinoamericano.

Recordando que cada día tenemos la obligación, mental y corporal, de esforzarnos por alcanzar una mejoría en nuestra condición humana, expreso desde esta tribuna un emocionado ¡viva a la vida!

A propósito del best seller mundial El secreto, todos los caribanos conocemos nuestra propia “ley de atracción”: la bacanería. Por eso les deseo, a todos y a todas, un año 2008 pleno de bacanería.



Artículo publicado en el Heraldo

http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/E/edcolumnistas311207/edcolumnistas311207.asp

domingo, 16 de diciembre de 2007

En esta navidad: ¡Más paz y menos consumo!

Es sabido que en esta temporada de navidad las grandes desigualdades que padece nuestra sociedad se evidencian de manera inhumana. Se supone que los aguinaldos, las vacaciones, las primas, las cenas, los cantos de los niños en las novenas, en fin, compartir momentos agradables en familia permiten alcanzar la máxima expresión de paz y armonía del año, pero esta época es también la más trágica porque hace perceptible la condición de marginalidad en que se encuentra gran parte de la población. Para muchos, la soledad y la pena moral aumentan. Es desconsolador ver que los hospitales están llenos de personas con heridas causadas en feroces riñas estimuladas por el consumo excesivo de alcohol. Los bárbaros aficionados al ruido hacen explotar pólvora; provocan tal escándalo que los vecinos civilizados pierden la tranquilidad. Siguen los niños intoxicados o quemados por esta causa. Se incrementa la sensación de inseguridad en las calles, los ladrones sí que están de fiestas. Los estresantes trancones vehiculares son más frecuentes. Aumenta la inconformidad y el mal genio en parte de la población que no puede comprar, razón principal de la fiesta consumista de fin de año. En la ciudad, lo que menos se observa es el famoso espíritu cristiano de amor y solidaridad humana que hipócritamente tanto se menciona. Los caribeños hemos llegado aceptar como propio al abrigado Santa Claus que suda desesperado tratando de sonreír en medio del calor tropical. Esperamos, como un fenómeno de lo más natural, que aparezca la nieve en nuestro litoral. Para calmar el frío, de este invierno importado, surgen por doquier chimeneas de cartón.

El lugar donde la comunidad se puede reconocer de manera espontánea, y con toda su complejidad, es el centro de la ciudad. Ahí la confusión es total. La música a todo volumen compite con la bulla de los locutores que pregonan las promociones de las tiendas, pareciese que luchan para ver cuál de ellos logra perturbar más al transeúnte. La multitud en busca de la felicidad prometida se escurre hábil y afanosa entre las ventas que ocupan campantes los andenes y las calles. El Paseo de Bolívar semeja una escenografía efímera recién construida para la filmación urgente de una escena cinematográfica promocional de la vida ciudadana, pero por el momento parece que ha sido tomada por una turba de extras sueltos de madrina que hacen espontáneamente el papel de vándalos. Entre tanto, en el norte de la ciudad, los miembros de la numerosa familia “miranda”, provenientes del sur, avanza en su recorrido turístico anual, ven las luces exhibicionistas y ostentosas de algunas residencias y recorren como forasteros asustados los centros comerciales.
Por todos lados tumultos, gente que se afana por consumir. Son muy pocos los que se sumergen en reflexiones profundas relacionadas con nuestra condición humana o con el estado de satisfacción personal alcanzado en el año. Menos, aún, son los que se acuerdan de los motivos religiosos de las fiestas.
En este tiempo de navidad sería un buen ejercicio ecológico tratar de frenar el despilfarro de energía y de recursos naturales. Controlando el consumo innecesario, resistiendo el encanto de la poderosa publicidad seductora de productos contaminantes. Los expertos en asuntos económicos y ambientales nos dicen que el consumo de cosas inútiles y el uso excesivo de servicios suntuarios contribuyen a que nuestro planeta se destruya cada día más.
Sabemos que actualmente en el planeta Tierra el 20 % de la población consume y derrocha el ochenta por ciento de los recursos del planeta. De los 6.000 millones de habitantes del planeta, apenas 500 millones viven confortablemente, mientras 5.500 millones siguen en la penuria. La idea no es privarse de lo indispensable o dejar de gozar placeres merecidos sino de moderarse. En Europa y EE.UU. algunos ciudadanos con espíritu altruista se han asociado para atenuar el consumo devastador del planeta.
Conforman el movimiento de “comercio justo” (fair trade) que ofrece productos de África, Asia y América Latina. Elaborados por personas que reciben un estipendio digno. Provenientes de empresas que no arruinan el medio ambiente. Se abastecen de comestibles “orgánicos” cultivados en granjas locales. Los productos son vendidos en tiendas solidarias, en mercados alternativos sin ánimo de lucro. La aspiración de estos ciudadanos es interrelacionarse con millones de pequeñas unidades productivas de todo el planeta. Tratan de convertir en realidad la, hasta ahora, esquiva democracia directa y radical. Esperemos que en nuestro medio muy pronto tengamos la oportunidad de establecer esa relación ética y eficiente del “comercio justo”. Sería empezar a construir desde abajo, con el espíritu humano y solidario del cristianismo primitivo, una nueva concepción de convivencia planetaria.
Nosotros, como caribanos, podríamos intentar consolidar el “Compromiso Caribe” con una mayor integración regional basada en la alternativa del “comercio justo”.
En estas navidades, amigo lector, antes de pagar el producto que tenga ya en sus manos - originado en fabricas contaminantes que explotan a sus trabajadores menores de edad con salarios de hambre- pregúntese: “¿Lo compraría Jesús?”
En la época de mayor jolgorio, nos solidarizamos con todos aquellos que en estos momentos sean víctimas de alguna opresión; agresión física, moral, sicológica; que sufran de alguna enfermedad o la privación injusta e ilegal de la libertad. Los animamos a que resistan.
Al Gobierno y a la guerrillas, les solicitamos que oigan ¡por favor! el clamor general: ¡Acuerdo humanitario y negociaciones de paz, ya!
A todos los amables lectores ¡feliz navidad! ¡Mucha salsa y mucho control!

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Manifiesto por la paz planetaria y la equidad humana.

LA PAZ
ES POSIBLE
EN OTRO MUNDO
QUE ES POSIBLE
.

Hacemos público y divulgamos este manifiesto como una acción de paz.

Actualmente en el Planeta Tierra suceda esto:
Una minoría de la población concentra una proporción desmesurada de la riqueza a costa de la pobreza y la muerte de la inmensa mayoría.

La inmensa mayoría de la población humana se encuentra dominada por el poder económico de los poquísimos propietarios de las gigantescas empresas transnacionales (bancos, periodismo, telecomunicaciones, petroleras, las industrias del entretenimiento, de la guerra, electrónicas, farmacéuticas, etc.)
En 1960, el 20 % de los más ricos de la población mundial alcanzaban unos ingresos treinta veces mayor que el de los 20% más pobres. En la actualidad, los ingresos de los ricos en relación a los de los pobres, ya no es de treinta, sino de ochenta y dos veces mayor.
Las doscientas veinticinco fortunas más grandes del mundo representan un total de más de 1.000 millones de euros, o sea, el equivalente a la renta anual del 47% de las personas más pobres de la población mundial (2.500 millones de personas!).
El patrimonio de las quince fortunas más ricas del planeta sobrepasa el producto interior bruto PIB total del conjunto de países de Africa subsahariana.
Cada una de las cien empresas globales vende más que lo que exporta cada uno de los ciento veinte países más pobres. Estas empresas gigantescas y globales controlan el 70% del comercio mundial.
Los interés económicos de las trasnacionales se sitúan por encima de los intereses de los Estados nacionales. Es un poder económico que prescinde de fronteras, de controles, de la sociedad y de los ciudadanos, que no conoce barreras ni límites de legalidad.
La realidad que vivimos es la de la injusticia y la explotación.
Esta realidad, este orden mundial se ejerce con violencia.
La violencia funciona como un mecanismo de control. Violencia ejercida muchas veces desde el Estado.
La guerra es un mecanismo de control ejercido desde el poder y destinado al mantenimiento del sistema.
La humanidad sabe que no hay paz donde se conviva con injusticia social.
La realidad que vivimos es la de un mundo no solo injusto sino peligroso porque se ha demostrado la absoluta ineficacia de la llamada legalidad internacional (derecho internacional, tratados internacionales, acuerdos de paz, la OEA, la ONU).
Existe un doble discurso en lo que a legalidad internacional se refiere. Doble discurso que exime del cumplimiento de las resoluciones a los poderosos y que sanciona solo a los débiles.
Asistimos a la imposición de un nuevo concepto: la guerra preventiva. Concepto que se utiliza para proporcionar impunidad a una invasión y que sirve de vehículo a la expansión del totalitarismo, la tortura y la barbarie.
Asistimos a un mundo aún más inseguro después de la guerra de Irak.
Diariamente se vulneran la declaración universal de los derechos humanos y la carta de naciones unidas que proclaman el derecho de los pueblos a la autodeterminación, la no-injerencia en los asuntos internos y la resolución pacífica de los conflictos.
El armamentismo y los incontrolados presupuestos a favor del militarismo, constituyen de por sí, violaciones a los a los Derechos Humanos.
Las Naciones Unidas esta perdiendo su credibilidad. Convirtiéndose por omisión, en brazo ideológico del poder.
El brazo armado de este nuevo orden internacional lo constituyen los ejércitos invasores,
El brazo ideológico lo constituyen los monopolios que controlan en la actualidad muchos medios de comunicación de masas.
Muchos medios comparten intereses con el poder establecido y ejercen otro tipo de violencia más sutil: la mentira estructurada como información, o la desinformación que se hace pasar por información.
El exceso de información banal esconde la información esencial.
Al ciudadano se le ocultan los datos esenciales para el conocimiento de la realidad en la que vive.
Desde la desinformación y la mentira, se conforma una conciencia colectiva sumisa al poder establecido.
Bajo la apariencia de que existe la libertad de información y de expresión, el ciudadano tiene poco acceso a la información real.
Desde la apariencia de pluralismo, se conforma un ideario único que no permite la disensión y excluye la diversidad cultural.
Se esta propagando un ideario único que justifica la violencia desde el Estado y la guerra como manifestación última y extrema de esta violencia.
Cualquier disidente del ideario único se convierte en sospechoso de terrorismo.
El flujo de la información que circula, en todos los momentos y lugares del planeta, le pertenece a toda la humanidad. La información importante, vital, se ha secuestrado desde el poder.
No existe libertad de elección sino se posee un conocimiento real de las consecuencias de cada decisión. De forma que la manipulación de la información dirige el voto, y así se crean dictaduras bajo la apariencia de democracias.



Los medios de comunicación han utilizado y utilizan al terrorismo como fantasma para crear un clima de desconfianza que justifique el recorte de libertades a las que todo ciudadano tiene derecho. Y para propiciar que los propios ciudadanos cedan su libertad por miedo.
Estamos asistiendo a la suplantación del sentido histórico de las palabras por uno nuevo, adecuado a los fines del poder. Y una misma acción puede llamarse terrorismo o resistencia según quien la ejerza y quien la califique.
A una invasión bárbara se le puede llamar guerra preventiva.
A las victimas civiles de guerra, a las ejecuciones sumarias, a los ataques directos a la población civil, a los ejercicios de la impunidad, se le denomina daños colaterales.

La población planetaria responde de diversas maneras:

La gente inteligente seguirá cuestionando la información difundida desde algunos medios de comunicación deshonestos.
Las comunidades continuarán constituyéndose en grupos de presión desde la asociación. Asociaciones, libres y organizadas, de ciudadanos que expresen sus intereses desde la acción positiva.
La ciudadanía proseguirá expresando su opinión desde todos los medios posibles, manifestándola en las calles, en los foros, en los espacios públicos, en la red cibernética, como mecanismo legitimo de resistencia al engaño y la opresión.
Consumir responsablemente. El consumismo destructor y el despilfarro de los recursos naturales y humanos fomenta el individualismo y la exclusión social. Por ello instamos a los ciudadanos a plantearse un consumo responsable y racional que no desperdicie los recursos del planeta.
Reflexionar previamente a cada acto de consumo y a plantearse si este consumo que hago ahora es necesario y si beneficia a mis intereses o a los de otros.
Considerar las posibles elecciones de consumo como instrumento de veto o control al poder.
Organizar, difundir y promover acciones directas positivas de los ciudadanos conscientes y bien informados.
Defender al planeta. Oponerse al hecho de que el medio ambiente y la biodiversidad se hayan convertido en objetos de consumo al servicio de los intereses privados, de forma que millones de ciudadanos no tengan acceso a los recursos naturales.
Los ciudadanos persistirán respondiendo activamente contra la discriminación de todo tipo, género, raza, creencia, origen nacional o social y orientación sexual.
Nos pronunciamos a favor del respeto y la defensa de los pueblos indígenas.
Animamos a los ciudadanos a reclamar sus derechos básicos.
La población debe tener libre determinación sin ingerencia de poder externo alguno.
Las universidades y la educación pública deben constituirse en centros de investigación y producción de conocimiento al servicio de la paz y no en reproductores de sistemas ideológicos belicistas.
Deben estar al servicio de los pueblos y no al servicio del poder.
Llamamos a la constitución de cátedras populares por la paz en todas las universidades del planeta, establecer redes ciudadanas de difusión de información alternativa.

Resistir es decir no:

No al desprecio.
No a la arrogancia.
No al estrangulamiento económico.
No a los nuevos amos del mundo.
No a los poderes financieros.
No al mercado totalitario.
No al dominio del Banco Mundial y el FMI.
No a la exclusión.
No al desmantelamiento de la seguridad social.
No a la pobreza.
No a las desigualdades.
No a la muerte diaria de 30.000 niños pobres.
No a la destrucción del medio ambiente.
No a la hegemonía militar de una única superpotencia.


No a la guerra preventiva.
No a las guerras de invasión.
No a los atentados contra las poblaciones civiles.
No a los racismos.
No al espionaje del pensamiento.
No a la degradación cultural.
No a las nuevas censuras.
No a los medios que mienten.
No a los medios que nos manipulan.

Resistir también es decir sí.

Sí a la solidaridad entre los seis mil millones de habitantes de nuestro planeta.
Sí a los derechos de las mujeres.
Sí a la erradicación definitiva del analfabetismo.
Sí a los derechos de los indígenas.
Sí a la justicia social y económica.
Sí a un impuesto sobre la venta de armas.
Sí a la eliminación de la deuda de los países pobres.
Resistir es soñar que otro mundo es posible. Y contribuir a construirlo.

“ El único requisito para que el mal se propague
es que los hombres buenos no hagan nada”
(Edmund Burke)


Propuesta:
Empezar a construir desde abajo un nueva concepción de convivencia planetaria. Interrelacionando con igualdad de derechos a millones de pequeñas comunidades (productivas, académicas, artísticas, ecológicas, de barrios, pueblos, etc.) de todo el mundo, que se desenvuelvan con democracia directa y radical.
______________
Si gustas, tú tambien puedes firmarlo y difundirlo.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Milán, Irán y el Carnaval de Barranquilla


En simultanea: la mujer iraní y un sábado de Carnaval en Barranquilla.


Desde Milán, por Donatella Mucciarini

En Milán el carnaval se festeja una semana después: según la tradición, el 'Carnevale Ambrosiano', termina el sábado que sigue al miércoles de cenizas; este aplazamiento empezó hace muchos siglos y tiene orígenes inciertos, probablemente paganos. Parece que los milaneses no quisiesen que la fiesta finalice, por lo menos en esto se parecen a los barranquilleros con su Carnavalito del viernes siguente a las fiestas.

Milán está ahora bajo la nieve, la mañana cubierta de nubes amarillas y rojas de nieve mezclada con arena del Sahara que el viento trajo hasta aquí. En esta noche, y en este clima que invita a encerrarse en casa, estoy mirando en la televisión italiana, un programa:"L'infedele", que profundiza temas de actualidad política interna e internacional. El tema de hoy es el Irán de los Ayatollah, con intelectuales, escritores, periodistas, iraníes, italianos, e irano-italianos, analizando la complejidad de la sociedad iraní. Se preguntan si en el fenómeno del islamismo radical actual sigue viva la revolución de los Ayatollah de hace 25 años. El tema es muy interesante para quienes vivimos en esta sociedad italiana que se está convirtiendo en una sociedad multiétnica, donde tenemos que aprender a comprender otras culturas y encontrar un camino a la multiculturalidad que sea viable, que respete a todas las presencias, y enfrentar con las herramientas culturales necesarias los conflictos que los sociólogos consideran inevitables en una sociedad multiétnica en formación. ¿Lo lograremos?

En una pausa de comerciales intento conectarme por Internet a la página de El Heraldo que trasmite la Batalla de Flores en vivo. En 2001 yo estaba en el Carnaval de Barranquilla, y seguramente la vista y mi involucramiento eran incomparables, pero la emoción se reproduce hoy. Me encuentro ahora en una situación multimedial, virtual, tecnológicamente adelantada y globalizada, con riesgo de carnestoléndica y fragmentada confusión, lo admito, pero es muy fuerte la atracción de los programas en vivo, aunque sea delante de una lejana pantalla.

Los datos del videostreaming llegan con intervalos y la Batalla colorada y animada se interrumpe, así que en estos momentos escucho el debate sobre la condición de la mujer en Irán, mucho más compleja de los estereótipos que frecuentemente aplicamos a las culturas. El porcentaje de mujeres graduadas en Irán es altísimo (el 60%) y consiguieron el derecho de voto en 1963, mucho antes que las mujeres de muchos cantones suizos.

Mientras tanto en Barranquilla "Quien lo vive es quien lo goza" y "....escucha la música"..."mira la Cumbiamba"..."los Monocucos y los Congos".......

En Barranquilla, en Colombia, ya existe la multietnicidad, que tiene una historia compleja y larga, derivada de invasiones, conflictos, guerras, esclavitud, elecciones individuales, comercio, migraciones...Hoy otras guerras siguen, hay discriminación clasista en la sociedad colombiana, pero al mismo tiempo este Carnaval parece representar una superación de todo conflicto, una transformación de las tradiciones, una manifestación de las diversidades co-existiendo, finalmente un patrimonio de la humanidad justamente reconocido.

¿Cómo lograron esta convivencia y transformación de diferentes culturas, creatividades, alegrías?

Seguramente con la bacanería. Que no casualmente en aquel contexto pudo nacer como concepto, que en sí pertenece a todo ser humano, pero en Barranquilla logró su desarrollo semántico y filosófico más contemporáneo, que se extiende en el concepto de Caribanía - superando confines geográficos y políticos para crear una cultura transterritorial que puede abarcar cualquier ser humano en el mundo-.

El programa en la televisión está finalizando con la consideración de que en Occidente tenemos que aprender a cambiar nuestro punto de vista. Una propuesta para ayudar a la sociedad civil iraní, de una docente y periodista irano-italiana: hacer información para no perder la memoria, con la exposición de fotos de una fotógrafa iraní asesinada durante su trabajo. La abogada que se ocupará de este caso en las cortes iraníes será Shirin Ebadi, Premio Nobel para la Paz 2003.

En este momento, en Barranquilla, están entrevistando en la Vía Cuarenta a "Saddam Hussein" que cuenta como fue engañado y sacado de un hueco. Con la flauta de millo, la noche entra en el Carnaval de Barranquilla.

21/02/2004

viernes, 7 de diciembre de 2007

Feliz navidad

Después de transcurrido un año de haber resistido a un inminente y prolongado peligro de muerte, les transmito un parte de victoria ¡Viva la vida! A todos los amigos y a todas las amigas que desde Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, España, Italia, EE.UU. Méjico, Francia, Italia, Alemania, Colombia, Venezuela, Nueva Zelanda, Austria me han enviado mensajes, plenos de entusiasmo y esperanza, muchísimas gracias.
A todas las caribanas y a todos los caribanos que me estimulan con sus opiniones, a todos los bacanes y a todas las bacanas que con espíritu planetario están propagando ideas libertarias, igualitarias y pacifistas, les deseo una feliz navidad.
Con aprecio:
Hugo González Montalvo

domingo, 2 de diciembre de 2007

Dos pueblos acosados por la seducción nacionalista

La actual situación entre Colombia y Venezuela se puede observar desde múltiples ópticas. Estas son algunas supuestas opiniones de los diversos personajes y sectores involucrados:

Los uribistas: “Chávez es un loco. Es un irresponsable fanático. Es un comunista tropical, al que hay que soportar. Aprovecharemos el apoyo en las encuestas para unirnos y reelegir a nuestro jefe. La guerrilla es la culpable de todo esto, ella es quien tiene a los secuestrados”.
Los chavistas: “El conflicto ha corrido el velo, esto es una lucha de clases. Nosotros representamos a los sectores populares y Uribe a la oligarquía, al Imperio. ¡Socialismo o muerte!”.
Los colombianos y venezolanos cosmopolitas: “estas son simples estrategias de dominación de caudillos tercermundistas que pregonan, todavía, nacionalismos pueriles, propios del siglo XIX”.

El nihilista anarquista: “Esta es una demostración de los inconvenientes que producen los regimenes presidencialistas, en donde el poder es encarnado en un solo individuo. Los ciudadanos son obligados a renunciar a su autonomía, deben seguir fielmente a un jefe, no importa lo loco o engreído que éste sea o lo peligrosas que sean sus políticas”.

Los pacifistas de los dos países: “Pertenecemos a dos pueblos que en nuestro corazón es uno solo. Estamos unidos por el tiempo, el espacio, el trabajo y la memoria colectiva. Estamos destinados a construir unidades de desarrollo viables que involucren a las dos comunidades hermanas. Distanciarnos, enemistarnos –sólo porque los jefes políticos quieren – es un desatino. Debemos buscar la mediación del presidente Lula”.

El empresario exportador colombiano: “Conservemos la cordura. Están en juego las ventas de mi producción industrial y agropecuaria, están en peligro mis ganancias. Así que, por favor, Uribe, aguántate, tenle paciencia con este señor. No le pares bolas. Lo más importante es conservar el mercado, el territorio de los negocios: mi única patria”.

El colombiano nacionalizado venezolano: “Permanezco en Venezuela, yo soy de donde vivo, trabajo y pago mis impuestos. Lo que menos me conviene es un conflicto. Los colombianos fuimos aceptados en este país como individuos, admitidos como nuevos ciudadanos; no fuimos acogidos como nación. No estamos aquí como una fracción de la comunidad colombiana en el destierro, solo estamos como seres humanos en una nueva tierra. Decimos esto para que no seamos las primeras victimas de algunos nacionalistas venezolanos o que desde Colombia se pretenda exigirnos solidaridades chauvinistas”.

El colombiano que recibe remesas desde Venezuela: “Mis padres se fueron buscando una nueva vida, allá la encontraron. Yo soy menor de edad, si se complican las cosas puedo salir perjudicado”.

El paramilitar: “Hay que ayudar a tumbar a Chávez”.

El guerrillero: “Con Uribe no dialogamos”.

El analista extranjero: “Cada uno de los presidentes representa intereses y modelos económicos diferentes, defienden propuestas de gobierno ideológicamente opuestas. Pero este episodio les facilita a ambos que su estrategia de permanencia en el poder progrese, promoviendo el nacionalismo, vinculando sentimentalmente a los ciudadanos con el gobierno. De manera que cuando la población vea al contradictor mandatario vecino atacando verbalmente a su presidente, entienda que los está atacando a ‘todos’, a la nación entera. Y ‘a la nación hay que defenderla’. ‘Los que no lo hagan son unos traidores’. ‘Todos los ciudadanos están obligados a defender la dignidad de la patria’. Tanto en Colombia como en Venezuela, el Presidente se convierte en el poseedor de la ‘única visión posible del mundo’, bajo cuya dirección intelectual y moral la nación solucionará todos sus problemas. El grupo social en el poder, aprovecha, presenta sus intereses como los intereses de ‘todos’. De esta forma los sectores subalternos se invisibilizan. La oposición queda arrinconada; podría ser considerada como apátrida si no aprueba dócil las decisiones del Gobierno, cualesquiera que éstas sean. Recordemos que este mecanismo de dominación le funcionó a los más grandes dictadores de la historia”.

El analista amigo del Gobierno colombiano: “Chávez es izquierdista, los terroristas son izquierdistas, por lo tanto los izquierdistas amigos de Chávez son unos terroristas”.

El analista amigo de Chávez: “Uribe es derechista, Bush es derechista, por lo tanto todos los derechistas de Colombia y Venezuela son unos aliados del Imperio”.

Los medios de comunicación: “Estamos felices, ¡por fin! una noticia que no se enfría nunca”.

Militares venezolanos: “Hay que estar atentos con el plan Colombia”.

Militares colombianos: “Hay que estar alerta en la frontera. ¡Pilas con las guerrillas!”.

El nacionalista incendiario de Colombia: “¡El golfo es nuestro!, ¡recuperémoslo!”.

El nacionalista incendiario de Venezuela: “Cerremos la frontera”.

La senadora Córdoba: “Rompimiento, ¿por una llamada?, ¡ni tonta que yo fuera! La aparición de las pruebas de supervivencia demuestra que todo iba bien, que el acuerdo era posible”.

El comisionado de paz: “No se preocupen, yo me encargo de todo”.

Los secuestrados: “Quedó demostrado que nuestra suerte es lo que menos les importa. El protagonismo político del gobierno les es más importante que la vida de nosotros”.

Los familiares de los secuestrados: “Ante tanta euforia nacionalista y guerrerista, nos tocará pedirle a la ONU que intervenga, ¡por favor!”.

El profesor Moncayo: “Y ahora, ¿hacia dónde camino?”.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Noticias y colaboraciones de caricaturas.

El documental “La Bacanería” se exhibirá el jueves 22 en el encuentro de Cultura Caribe de la Universidad del Magdalena presentado por el gestor cultural Oliverio del Villar y el viernes 23 de noviembre en el Congreso de Neurociencias y Psicología Cognitiva en Barranquilla, presentado por el médico siquiatra Haroldo Martínez.
oOo
Hemos recibido por e-mail la colaboración de un novel dibujante, que actualmente emprende su proceso de formación académica, y que incursiona en la caricatura. Kasposo, como se hace llamar, solicita a los gentiles visitantes del blog cultural opiniones y comentarios ( wabuca@hotmail.com) para poder así orientarse en su desarrollo como aprendiz en el campo comunicacional gráfico.
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El alza en las matrículas universitarias:

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La risible opinión de los poderosos:

lunes, 5 de noviembre de 2007

Política colombiana: disidencias, deslealtades y hecatombe

En las semanas pasadas por los diferentes medios se han escuchado las voces de los amigos del Gobierno tratando de hacer creer a la población que el pensamiento disidente es asimilable a un acto de deslealtad con la patria. Con esta especie de cacería de brujas se acrecienta el peligro de que se consolide en el país la siguiente funesta idea: estar en desacuerdo con las concepciones políticas oficiales es delito. Se pretende penalizar la opinión diferente bajo la falacia de igualarla a un acto subversivo. Sería el establecimiento del delito de opinión. Adrede se olvida un fundamento de la democracia liberal: bajo los principios de legalidad y libertad, los individuos pueden hacer todo lo que no este prohibido, mientras los órganos estatales sólo pueden hacer lo que les esté específicamente permitido. Este hecho me permite recordar otros de parecido tinte ideológico y de reciente o actual ocurrencia, como por ejemplo:
Los asesores presidenciales recuerdan con frecuencia que la sociedad no ha superado el peligro del resurgimiento del terrorismo con el fin de mantener vigente la atmósfera de crisis, de “pánico al lobo”. No olvidemos que fue precisamente la efervescencia de un momento de crisis del país (el Caguán) lo que permitió presentarse como redentores de la patria a un pequeño sector de derecha y lograr así la participación en el poder con el claro interés de mantener intacta su hegemonía en la propiedad agraria. Se insinúa constantemente que el caos es inminente y que únicamente se puede controlar con la continuidad de las políticas actuales. Por la ambigüedad de las argumentaciones, es notorio que las ideas políticas que se esgrimen no están sustentadas en un acervo teórico coherente. El eclecticismo doctrinal que se usa estimula la creencia de que los actos del Gobierno sólo pueden ser interpretados válidamente por los amigos del líder. Se promueve el mito del jefe indispensable e irremplazable, presentándolo como una personalidad extraordinaria. Se establece una relación directa jefe-masa, sin intermediarios; no se estimula la aparición de dirigentes con análogo prestigio. La voluntad del líder se presenta como la perfección del poder constituido, la expresión soberana e inamovible del poder constituyente. Se impulsa un conservadurismo sustancial de las costumbres. Se pretende mitigar la pobreza con una serie de concesiones sociales de tipo asistencial. La posibilidad del triunfo electoral de la izquierda en las presidenciales se presenta como una humillación nacional; una catástrofe, que exige una resistencia unitaria de la población. La sensación de miedo refuerza la autosugestión de que solamente un régimen autoritario puede acabar con la incertidumbre del destino de la sociedad. Se aplica la conocida táctica intimidatoria, “si no le obedeces al jefe, porque piensas que es malo, te irá peor: el hombre lobo vendrá a comerte”. Estos acontecimientos son reconocidos por teóricos de la Ciencias Políticas (Bobbio, de Felice, Poulantzas, Nolte) como rasgos que anuncian una tendencia a la ‘fascistización’ del Estado. De manera pues, que los colombianos debemos estar atentos, prestos a analizar los sucesos, y no dejarnos llevar únicamente por las emociones, al momento de tomar decisiones que afecten radicalmente la vida de la nación. Lo anterior lo menciono con énfasis frente a la declaración presidencial: ante una hecatombe, me lanzo a la reelección. Claro, uno supone lo que piensa: “sólo yo puedo reconocer cuándo se produce la hecatombe y, por supuesto, en ese momento entro en escena, de nuevo, como el salvador de la patria.
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Cuando ocurre una tragedia humanitaria en nuestra región como consecuencia de las inundaciones ¿es admisible que parte de la comunidad se muestre indolente desviando su atención a espectáculos deportivos o reinados de belleza? Hay que tener en cuenta que muchas veces estos entretenimientos irrisorios, acontecimientos triviales, infantilizan los espíritus. Las multitudes, sobre todo juveniles, camuflan las frustraciones de la realidad social agrupándose en tribus urbanas, barras con una organización de estructura militar que ante el menor roce o fracaso deportivo se enardecen y arremeten con violencia contra todo lo que encuentren a su paso. Se transforma un espectáculo, supuestamente lúdico, en un evento de tipo bélico, atribuyéndole un sentido en el que se involucran el honor masculino y la dignidad de la identidad regional. Los fanáticos de los equipos se habrán puesto a pensar: las proezas o las derrotas de mi equipo ¿en qué determinan drásticamente mi vida?
La actuación del ‘Pibe’ en el Metropolitano nos recuerda que los medios se apresuran a mostrar a los triunfadores en los deportes o a exitosos personajes de farándula como modelos de vida. Sus opiniones sobre lo divino y lo humano se asimilan como ‘sabias’ orientaciones sobre cómo debemos comportarnos los demás, humildes y anónimos mortales. ‘La hecatombe del Metropolitano’ es una lección, aunque el deportista del ‘todo bien’, seguramente, seguirá siendo reelegido como el mejor futbolista que ha producido Colombia.
Publicado en El HERALDO

lunes, 22 de octubre de 2007

Si los abstencionistas votaran en blanco

Muchas personas en estos momentos ya han decidido por quien van votar, tendrán sus razones válidas, en cambio, hay una multitud de indecisos, de rebeldes, de abstencionistas o ciudadanos sin suficiente información que no están motivados para votar. En esta oportunidad nos concierne recordar que el compromiso de cada uno es votar libremente, obedeciendo exclusivamente a la conciencia. Superando las presiones de familiares, de amigos, de jefes, de patronos. Eludiendo los compromisos clientelistas. Venciendo la influencia de algunos sacerdotes o pastores que utilizan a Dios como un instrumento de control político. Teniendo la fortaleza sicológica suficiente para superar la sugestión emotiva de las encuestas que te hacen percibir como real la ilusión de sentirte superior por pertenecer al equipo ganador si votas por el candidato que las encabeza.
Sabemos que nuestra democracia es imperfecta, demasiado; que nos toca lidiar con nuestros defectos; que no podemos escapar de nuestra condición de típico país subdesarrollado que trata de superarse en medio de un conflicto social armado. Penosamente se puede anticipar que muchos van a vender su voto, que otros van a votar bajo amenazas y que el resultado puede ser fruto de un fraude; pero también —afortunadamente— sabemos que muchos colombianos van a votar por personas que se conocen como honestas, porque son sinceras en sus intenciones y están libres de corrupción; son poquísimas, pero existen.



Los abstencionistas en las elecciones de 2003 para Alcalde de Barranquilla fueron mayoría, 58,12 % del potencial electoral. El próximo domingo los abstencionistas podrán repetir su conducta, justificándola. Diciéndonos que los candidatos han suscitado motivos abundantes de desconfianza: la falta de proyectos concretos, la compra de votos; el espectáculo desagradable de rencillas y deslealtades vergonzosas; como si fueran personajes faranduleros, en la publicidad vacía de contenidos, han ostentado su vanidad, etc. De los partidos políticos dirán: que como agrupaciones de ciudadanos preocupados por los problemas sociales y económicos de la comunidad y con propuestas coherentes para lograr el bienestar colectivo, prácticamente no existen en nuestro medio. Que en su lugar, observamos agrupaciones con intereses particulares, personas que se congregan alrededor de un potentado, de una persona carismática, de un logo o de un eslogan cualquiera y salen a pregonar con retórica demagógica y populista que están dispuestos a sacrificarse defendiendo los intereses de la comunidad. Los abstencionistas también nos recordarán que esta práctica ha sido una constante en la historia de nuestro país. Que la democracia sin partidos serios es una simulación trágica, que ha tenido consecuencias funestas para la población sumergida en la pobreza.

Imaginemos por un instante este acontecimiento: por una inesperada y desconocida motivación, los abstencionistas salen a votar el domingo. Ya frente al tarjetón —en vez de devolverse molestos a sus casas por no encontrar a ningún candidato que les satisfaga— en un arrebato de sensatez, marcan el voto en blanco. Esa misma tarde en la radio anuncian: ¡urgente!, ¡sorpresa!, ganó el voto en blanco. La TV confirma: se deben repetir los comicios con nuevos candidatos. La clase política enmudece, entra en una profunda crisis. En menos de una hora, los eruditos analistas políticos de CNN exponen: “se activó por primera vez el pacífico potencial liberador de una multitud sin incentivos que por años había permanecido en silencio”, “se renovó el sentido participativo de la democracia”.Mientras tanto, los abstencionistas recalcitrantes en sus casas no pueden evitar sonreír con picardía, rebosados de satisfacción. Lo anterior puede recordar alguna novela, sonar ilusorio, pero es posible. En 2003 en el Atlántico 46.642 personas decidieron de manera espontánea votar en blanco para la Gobernación. Hoy en Barraquilla el voto en blanco es una opción promovida por personas serias y con influencia en la opinión.
Llama la atención que en los debates electorales son altísimas las cifras de votos nulos o de tarjetones no marcados; por ejemplo, en 2003 en el Atlántico 109.545 personas no marcaron el tarjetón. Una cantidad ¡escandalosa!, ¡inaudita! Las principales causas de estas circunstancias son muchas y complejas, se sospecha que son personas que fueron llevadas a votar y no te-nían claro por quién ni cómo debían hacerlo. Y si a esto le sumamos la escasa educación y la falta de cultura política de nuestra población, el absurdo empieza a esclarecerse. Veamos las asombrosas cifras nacionales: el 12 de marzo de este año para elecciones de Senado y Cámara los votos nulos sumaron 2.299.772, los tarjetones no marcados 644.626.Sólo el 34.3% (9.117.763) de un potencial electoral de 26.595.171 fueron votos válidos. Esto significa que nuestro poder legislativo se mantiene, funciona, con una precaria legitimidad.

El Espectador 20,10,07.

Se mantiene la institucionalidad jurídica y la producción económica de nuestro país, sin embargo, somos mirados por muchos ciudadanos de otras naciones como una república bananera que vive del negocio del narcotráfico, donde se expande una cultura mafiosa promovida por la ‘parapolitiquería’ . Podemos responder enumerando todas nuestras bondades, pero será mejor recordar un refrán que dice: si no quieres que se sepa, no lo hagas. Como comunidad decente, lo que arriesgamos este domingo es nuestra dignidad. El presente nos exige ser optimistas y actuar con cordura.

Publicado en EL HERALDO

http://www.elheraldo.com.co/hoy071022/editorial/noti7.htm

lunes, 24 de septiembre de 2007

Debate nacional en Colombia: La socialamargura versus la socialbacanería

Por HUGO GONZÁLEZ MONTALVO
“Me da miedo que eso contagie a Colombia y que lleguemos a elegir aquí, por allá en el 2010 o adelante, a gobernantes de la social bacanería, que tanto daño hacen por su debilidad”. “Hay que ir profundizando en la ‘social bacanería’. Una definición decente es: esa manera frívola como algunos sectores abrazaron el apoyo al terrorismo, la indulgencia frente al terrorismo, por frivolidad” (El Tiempo 09-5-2007). Las anteriores son palabras del señor Presidente de la Republica. Realmente estamos sorprendidos con esta arremetida, sin aparente motivo, contra la bacanería, un estilo de vida reconocido en el Caribe porque sus espontáneos exponentes promueven la paz y celebran la vida con alegría, relacionándose con los otros, festiva y respetuosamente.

Algunas inquietudes surgen al analizar estas frases: Si la social bacanería es una filosofía política humanista que promueve el pacifismo, el altruismo recíproco, la cooperación, ¿por qué y a quiénes les podría generar miedo que Colombia se contagie de bacanería? ¿A quiénes les ha causado daño la social bacanería? ¿Desde cuándo ser cordial, amable, alegre, es síntoma de debilidad? ¿La única manera de ser fuerte es siendo grosero, amargado o triste? ¿Son frívolos los bacanes y bacanas porque son joviales y risueños? ¿Por qué se interpreta la búsqueda de la paz como “indulgencia frente al terrorismo”? Si lo contrario de la bacanería es la chabacanería, ¿por qué tanta insistencia de algunos sectores de diferenciarse de la bacanería?, ¿es que piensan que el país debe preferir a los chabacanes?

Recordemos que la palabra bacanería proviene de baccan, originaria de Génova. Identificaba al jefe de familia y al capitán de barco. Desembarca con los inmigrantes italianos en Buenos Aires. A principio del siglo XX se expande con el tango por toda América. Después se encarna en el bacán salsero de la esquina caribeña. Hoy continúa su expansión en la Internet y se utiliza para referirse a un estado de satisfacción, como reconocimiento de lo bueno, lo bonito, lo agradable. En Colombia algunos intelectuales y dirigentes políticos simpatizantes de las ideas socialdemócratas, en auge en Europa, pensaron que en nuestra cultura podía haber un vocablo que sirviera como equivalente criollo al ideal de democracia. En la palabra bacanería hallaron ese concepto, entendida como un accionar ético con espíritu libertario que procura el máximo de bienestar individual y colectivo. Por eso adoptaron el término socialbacanería como el más adecuado para sustituir a la palabra democracia, deformada por su uso inapropiado. Algunos principios que guían a la socialbacanes son: En la convivencia social nadie debe perder. Se deben usar los recursos disponibles —materiales y simbólicos— de manera inteligente y justa. La protección al ecosistema es una prioridad. Se debe gestionar el desmonte de la cultura guerrerista. La promoción de una economía que controle al lucro desaforado, que estimule la distribución del ingreso y favorezca la ganancia obtenida del trabajo es un objetivo de los socialbacanes. Igual que la integración de los ciudadanos excluidos de los beneficios del sistema productivo. Los socialbacanes son serios y responsables, pero no aburridos, les gusta disfrutar de las artes en general. Estas conductas no les agradan a los extremistas, tanto de derecha como de izquierda. A estos tristes, amargados y sombríos personajes les perturba la sonrisa, el humor. Creen que la población debe permanecer en la zozobra, el miedo, para así lograr su apoyo incondicional. Piensan que a toda hora debemos tener una actitud belicosa. Se estimulan rumiando la venganza para conservar o conseguir el poder. Según lo anterior, los caribeños amantes del carnaval, de la “mamadera de gallo”, de la burla, seríamos unos buenos candidatos para ser calificados de peligrosos indeseables.
Tal parece que en Colombia algunos sectores políticos se benefician de la permanencia del actual conflicto bélico, esto se hace evidente cuando cada vez que se menciona la vía de la negociación política, como una posibilidad para la terminación de la guerra, califican de traidor al que la propone. Algunos políticos saben que manteniendo vigente al enemigo, en este caso terrorista y sin reales posibilidades de triunfo, podrán continuar solicitando el apoyo de toda la población en nombre de la patria amenazada. Es decir, las reivindicaciones sociales y económicas de la población más pobre serían intranscendentes, o aplazadas, frente al peligro que representan los violentos. Despreciando los beneficios de la paz para todos los colombianos, las fuerzas políticas de extrema derecha dan crédito a la idea de que una paz negociada sería un triunfo de la guerrilla. Prefieren conservar la expectativa de una supuesta victoria militar que ceder algunos privilegios. Además, mientras se alargue el conflicto armado pueden seguir estigmatizando de manera maquiavélica a las fuerzas políticas de la izquierda democrática, tildándolas de sospechosas de ser indulgentes frente a los violentos, por más declaraciones que éstas hagan afirmando lo contrario. Con lo cual obstaculizan sus posibilidades en las elecciones.



Hay quienes piensan que la mejor manera de acabar con el conflicto es con mayor inversión social y más democracia, las preguntas que surgen son: ¿la guerra permitiría tanta belleza?, ¿es posible construir un Estado democrático en medio de permanentes hostilidades bélicas? La población civil, pacifista y democrática, debería exigir el acuerdo humanitario y que de inmediato el Gobierno nombre un negociador para que empiece a acordar la paz lo más pronto posible. Por sus actos, amigo lector, usted puede diferenciar a los socialbacanes de los socialamargados.



Publicado en el HERALDO
http://www.elheraldo.com.co/hoy070924/editorial/noti7.htm

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La “social bacanería”

El Universal, Diario de Cartagena de indias-Colombia.
Editorial, miércoles, 12 de septiembre de 2007

Álvaro Uribe levantó un tierrero cuando dijo en un discurso la semana pasada que el país no debería elegir en 2010 a un presidente que representara a la “social bacanería”, sino uno con mano dura. Aludió dos veces en el mismo día a su ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias (“Uribito), dando a entender que encajaba en el perfil que debería tener su sucesor.
Lo dicho no pasó desapercibido entre los seguidores de Uribe, donde hay varios aspirantes a la Presidencia para 2010: Martha Lucía Ramírez, Sabas Pretelt de La Vega, Carlos Holguín Sardi y Germán Vargas Lleras, entre otros. Algunos hicieron comentarios quitándole peso a la hipótesis de la sucesión de Arias, pero no dudamos de que todos tomaran en serio la intención de dejar la “maizocracia” atrincherada en el Palacio de Nariño.
Al principio se pensó que la social bacanería era una referencia directa a la izquierda colombiana representada por el Polo Democrático Alternativo (PDA), pero el Gobierno aclaró rápidamente que se refería a los señoritos bogotanos del circuito de cocteles y fiestas. Aunque el Presidente no lo dijo directamente, su comentario parecía un tiro directo contra cierto ex presidente, caricaturizado dentro del gobierno de Uribe y en buena parte del país como la quintaesencia de la liviandad.
El temperamento de Uribe es opuesto al talante de la social bacanería como él la describe y que le causa repulsión a su alma montañera sujeta a la ética del trabajo de Mon y Velarde, el oidor mítico de la Colonia que castigó el ocio en Antioquia con postulados quizá más severos que los del propio calvinismo.
En los comentarios del Presidente hay un repudio repetitivo a los chicos “light” de la capital, cuya vanidad y apego a la moda podrían ser poco viriles en los laberintos del Uribe montaraz que aflora de cuando en cuando, quien ha dicho con orgullo que nunca ha usado blue jeans, el atuendo gringo típico e informal que se universalizó junto con la goma de mascar y el rock and roll.
La bacanería también tiene una vertiente fuerte en la Costa Caribe. La expresión se regó por América Latina gracias al lunfardo de los tangos, según Hugo Rafael González Montalvo, quien dice en el blog Opinión Caribe que en este litoral “la palabra se relacionó con la celebración de la vida, la música, el baile, las fiestas populares. Y ahora (...) se expande alegre por el espacio cibernético con un sentido de goce íntimo, un sentido biológico planetario de amistad, cooperación y solidaridad social”.
Ojalá que este tipo de bacanería caribe y social no sea también objeto de algún repudio desde el Palacio de Nariño, donde coinciden los dados cargados del poder con los “compromisos del alma”, como llama el Presidente a sus aspiraciones regionales legítimas para una Antioquia con puerto en el Caribe.
Además de ir a toda marcha en contra de los intereses también legítimos de las ciudades portuarias de la Costa Caribe no antioqueña, en el Palacio de Nariño parecen tener la intención de convertir las elecciones presidenciales de 2010 en una carrera de relevos para que el bastón de mando siga en casa.

lunes, 10 de septiembre de 2007

El artivismo, la historia y los candidatos

Es ya conocido que las diversas expresiones artísticas contemporáneas generan mordaces opiniones entre el público, el prestigioso filósofo español Fernando Savater escribe las siguientes: “El papel del arte parece deslizarse más hacia el entretenimiento que al discernimiento, más hacia la decoración que hacia la intima comprensión de lo relevante”. (La vida eterna, Madrid, Ariel, 2007, p.165.) Por nuestra parte, recordamos que hoy resulta imposible distinguir algo como arte atendiendo sólo a sus atributos físicos. Se necesita que ese algo sea reconocido como portador del significado arte por las personas que lo disfrutan. Ese reconocimiento como arte depende esencialmente del particular gusto estético del medio cultural en donde se realiza esa comprobación. A Savater le decimos que sí, es cierto, muchos artistas construyen su obra con una retórica vacía de contenidos relevantes. El discurso superfluo, intrascendente, es común en los artistas comprometidos con el statu quo. Afortunadamente, muchos artistas en el mundo comunican con seriedad su pensamiento político o filosófico. Expresan sus opiniones contestatarias, irreverentes, sobre la realidad social y económica en la que viven. A esta práctica de manifestar las ideas de resistencia social a través del arte algunos la llaman artivismo, palabra que une el concepto tradicional de activismo político con el de arte. Los artivistas no desean provocar lástima, buscan generar la reflexión que incomode, que motive al espectador a la acción participativa. El artivismo lleva siempre implícito un mensaje positivo, optimista. Es carnavalesco, utiliza el humor, la parodia, la sátira, el absurdo como instrumentos eficaces de comunicación. En nuestro medio cultural, sería conveniente que discerniéramos acerca de la vigencia de las palabras de Savater.
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Cuando surge una posibilidad para el intercambio humanitario con la intermediación del Presidente de Venezuela, se escuchan muchas voces optimistas. Una en particular circula en la Internet, es la de los ‘Intelectuales y artistas en defensa de la humanidad’. Ellos manifiestan: Quienes, en defensa de la humanidad, visualizamos un mundo donde la libertad y la felicidad colectiva se asienten sobre la justicia, nos negamos a creer que en Colombia se haya consolidado la tragedia como un destino ineludible. Por el contrario, estamos convencidos de que en ese entrañable país llegó la hora de cancelar el largo período de violencia estructural, para emprender, de una vez por todas, la ruta de la paz. Llamamos, pues, a todos los involucrados a acompañar en primer lugar el esfuerzo del Presidente de Venezuela, facilitando las cosas para que el intercambio pueda realizarse a corto plazo. Y una vez logrado éste, a consolidar un camino de paz que sea irreversible, con la seguridad de que no sólo las familias y comunidades afectadas, sino el pueblo de Colombia y el mundo entero lo agradecerán.
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En Barranquilla el colectivo ‘Artistas por la paz’ está convocando a un acto simbólico el sábado 15 en el parque Sagrado Corazón con el lema: ‘Porque no basta conmoverse, hay que moverse por la paz’. Será un evento en donde artistas con diversos pensamientos y propuestas expresarán que la paz es el único camino en la actual situación del país y del mundo.
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Sería importante que los candidatos a la Alcaldía de Barranquilla nos dijeran cómo, con qué recursos y con quiénes (ojalá, personas que tengan probadas capacidades intelectuales y morales) van a realizar las maravillosas promesas que tan alegremente nos anunciaron en la entrevista simultánea que se realizó recientemente en la TV regional. Aunque a Noriega se le notó mejor, se podría especular que esa noche muchos indecisos resolvieron votar en blanco.
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“En algunas ocasiones, los cabildos estuvieron en manos de las familias con mayor poder económico en la ciudad, quienes, la mayoría de las veces, olvidaban la función social y pública que debía cumplir este organismo y se dedicaban a aprovechar en beneficio particular las ventajas que proporcionaban los cargos. Es de sentido común suponer que en aquellas ciudades en las que el cabildo se preocupó por la administración pública fue posible apreciar cierta prosperidad colectiva, mientras que en el caso contrario el cabildo hizo las veces de un depredador”. Cualquiera puede imaginar que la cita anterior (Historia de Colombia, Bogotá, Tauro, 2006, p.85.) hace referencia a los cabildos de nuestras actuales ciudades, pero no, se refiere al funcionamiento de los instituidos desde el siglo XVI por la corona española en estas tierras. Saque el lector sus propias conclusiones. ¿Hemos avanzado o todavía superviven las perversas costumbres políticas del siglo XVI?Veamos otra cita: “Los vínculos políticos y la pertenencia a uno u otro partido se definía más bien en el ámbito familiar y local; venían dados por el lugar de nacimiento, por las relaciones de parentesco o de vecindazgo, por las lealtades personales o la sujeción económica y social a determinadas personas a través del caudillismo, el gamonalismo o el clientelismo”. (Historia de Colombia, Bogotá, Tauro, 2006, p.179.). La anterior es una descripción de las costumbres políticas vigentes durante el siglo XIX en lo que actualmente es Colombia. ¿El amable lector puede percibir alguna diferencia con lo que acontece hoy, en el siglo XXI?
Publicado en EL HERALDO

lunes, 27 de agosto de 2007

Confidencias cínicas de personajes de las elecciones colombianas

El procurador General de la Nación, Edgardo Maya, dijo recientemente: “Hay tres momentos en el proceso de elecciones: el pre-electoral, el electoral y el postelectoral; en el primero se encuentra el trasteo de votos; en el segundo, la compra de votos, la suplantación de electores y de jurados. En el tercero, la manipulación de resultados”. “Yo digo que con el actual Código Electoral y el actual sistema electoral no debería haber elecciones”. 12-7-07. El Tiempo.
Imaginemos que en un hipotético reportaje llamado ‘Elecciones 2007’ algunos personajes expresaran sus opiniones. Estas serían sus supuestas palabras.
El ciudadano despistado: ¿Elecciones?, ¿cuándo?, ¿de qué?
El que vota en blanco: No me gusta ninguno de los candidatos. Mi voto es de protesta. Acepto las reglas de juego del sistema, pero rechazo las opciones que se me presentan. Además, si los votos en blanco constituyen la mayoría, se tendrá que realizar nuevas elecciones. Y en las nuevas elecciones a Gobernador y a Alcalde no podrán presentarse los mismos candidatos.
El votante consciente y bien informado: Voy a votar por el candidato que ofrece en su programa las mejores soluciones a los problemas de la comunidad. Soy un demócrata. Defiendo mi derecho a votar y mi libertad para escoger el candidato de mis preferencias. Mi voto es de opinión.
El abstencionista activo: Yo rechazo al sistema político imperante. Esto es una farsa. No voto. Estas elecciones son ilegítimas. Es un juego de artificios, de simulaciones. Expreso de manera contundente mi rechazo a este engaño.
El abstencionista por desidia: el domingo transmiten fútbol. Yo no me pierdo esos goles por nada en el mundo. Yo no entiendo de política. A mí no me molesten.
El votante bajo amenaza de muerte: si no voto por el candidato que me dijeron, me asesinan. Tienen amenazada a toda mi familia. El Estado no me garantiza que mi voto sea secreto. Tampoco protege mi vida.
El que vende su voto: yo no soy ningún pendejo, recibo un billetico por el voto. A mí no me importa lo que digan los demás.


Matador http://www.eltiempo.com /2007-10-07



El empleado extorsionado: me conseguí un puesto, me exigieron mi voto y diez más. Si no lo hago me botan del trabajo. Estoy en un dilema: mi conciencia o el hambre de mi familia.
El ciudadano mal informado que genera el voto nulo: ¿Cómo es que se marca este bendito tarjetón? ¿Será aquí o acá? ¡Ah! Ya sé: aquí, acá y allá. ¿O será que no hay que marcarlo?
El candidato honesto: yo quiero contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de mi comunidad.
El candidato testaferro: el jefe me ordenó que inscribiera mi candidatura. Me dijo que no me preocupara por los votos. Que él tiene la tula y los contactos.
El candidato malandrín: yo me conozco bien todo este tejemaneje. Tú dices una buena carreta, la gente te la cree y luego que sales elegido te llenas los bolsillos. Aquí no sirve la ideo-logía, esto es un juego sucio. Y si quieres ganar, juega sucio tú también. A mí no me interesa el partido político que me dé el aval. Todos acabaron por parecerse.
El candidato delfín: este ha sido el oficio de la familia, toda la vida. Yo simplemente continúo la tradición. ¿Por qué razón voy a renunciar a ese privilegio? ¿No tengo derecho?
El candidato que representa sólo intereses particulares: mi gremio necesita estar en el poder para sacar beneficios adicionales a nuestros privilegios actuales. Soy un candidato que represento exclusivamente los intereses de las corporaciones de mi sector productivo. ¿Te molesta?
El periodista honesto: yo divulgo las opiniones y los programas de todos los candidatos. La ciudadanía debe estar bien informada. Actúo con responsabilidad. Creo en la democracia.
El periodista indigno: yo sólo difundo las opiniones de aquellos candidatos que me retribuyen económicamente con contratos publicitarios. Al mismo tiempo, tergiverso y manipulo las opiniones de los otros candidatos. Así de sencillo.
El funcionario decente: mi deber es cumplir y hacer cumplir las leyes. Además, por convencimiento, por ética, estoy atento a que no se cometa fraude.




El funcionario corrupto: yo estoy al servicio del que más pague. Mi interés personal es lo que importa. Yo no tengo escrúpulos, no tengo el mínimo remordimiento de conciencia. Soy el propio cínico. Y tú, ¿qué me miras?

Amable lector, en la puesta en escena electoral de la realidad, ¿cuál de estos personajes usted representa?


Publicado en El Heraldo como columna de opinión:
http://www.elheraldo.com.co/hoy070827/editorial/noti7.htm

martes, 31 de julio de 2007

Seguridad humana y paz positiva.Necesarios conceptos de las Ciencias Políticas.

Un informe reciente, publicado en EL HERALDO, dice que en Barranquilla cuando se pagan las quincenas aumenta ostensiblemente los casos de agresiones físicas —riñas, lesiones personales—. La mayoría de los victimarios y víctimas se encontraban bajo los efectos del alcohol. Los borrachos amanecidos son los mayores responsables de los accidentes de tránsito y de las reyertas. Los antropólogos llaman a estas conductas, que no benefician a nadie y perjudican a todos, rasgos disfuncionales de la cultura. Es evidente que estamos sumergidos en un ambiente de violencia cultural que estimula a la violencia física. A través de la comunicación y el lenguaje se justifican, se apoyan a las acciones violentas. En nuestra cultura popular abundan canciones, cuentos, chistes, refranes que se burlan del débil y legitiman la violencia; hacen apología al maltrato a mujeres, a niños, a ancianos. Incitan al machismo, a contraer hábitos violentos. Los medios masivos participan igualmente con la trivialización de la violencia. Éstos promueven el beber licor como una actividad cultural necesaria para confirmar que ‘sigo siendo el rey’. Algunos periodistas, medios radiales y televisivos que se lucran con la publicidad de las marcas de licor critican las consecuencias de los desafueros, olvidando convenientemente sus responsabilidades como promotores del excesivo y descontrolado consumo de alcohol entre nuestra población.


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El panorama no mejora si a ésta violencia física de los borrachines quincenales le sumamos otra violencia: la pobreza. Como violencia activa de la estructura social, la pobreza es violencia estructural. Por lo expuesto, se puede decir que en nuestro entorno, con tanta necesidad colectiva insatisfecha, la denominada seguridad humana no existe. Recordemos que por seguridad humana se entiende la protección a las personas de todas las formas de violencia. Es decir, la seguridad humana es el goce simultáneo de la seguridad económica, la seguridad alimentaria, la seguridad en la salud, la seguridad ambiental, la seguridad personal, la seguridad de la comunidad y la seguridad política.Algunos sectores de la sociedad afectados por la violencia física de la delincuencia piden más seguridad. ¿Se refieren sólo a solicitar más seguridad policial? Cuando se escucha decir a los gobiernos que están consiguiendo la seguridad de las instituciones políticas ¿se refieren sólo a más seguridad para el Estado?

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Cuando los gobiernos de los Estados logran acabar con un conflicto bélico manteniendo vivo el conflicto social que lo generó se dice que esa sociedad únicamente alcanzó una Paz Negativa —paz como ausencia de guerra—. Cuando una sociedad termina con la violencia estructural y logra la seguridad humana para sus ciudadanos se dice que alcanzó la Paz Positiva. Lo ideal es obtener la paz estructural entendida como ausencia de violencia estructural. Los anteriores conceptos nos permiten preguntarnos: ¿cuál paz? ¿Cuál seguridad se solicitó en las manifestaciones recientes de la población colombiana? ¿Tiene sentido realizar manifestaciones públicas para sólo gritar al cielo que se quiere la paz, sin precisar a cuál paz nos referimos?
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Todas las personas tienen el derecho a la queja, pero ésta es inútil sino no va acompañada de una delación de las causas que la motivan. Es ingenua si no denuncia a los responsables de lo protestado. Es infantil si no propone soluciones, si no va acompañada de una propuesta de cambio que supere la injusticia que motivó la acción pública de rechazo. A diferencia de algunas manifestaciones recientes, los indígenas del sur del país que marchan hacia Bogotá proponen la negociación política para que cese la violencia armada, ofrecen sus territorios para un despeje que permita el acuerdo humanitario. ¿Será que exclusivamente los indígenas, los campesinos y las comunidades afrodescendientes que sufren directamente el conflicto bélico interno tienen la suficiente claridad de cuál es la solución a la actual calamidad que padece el país?
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Cuando se pactan acuerdos de paz sin tener en cuenta las normas constitucionales y legales se corre el riesgo de que acontezca lo que actualmente sucede con la no adecuación de las conductas punibles de los desmovilizados al tipo penal de sedición. Surgen algunas preguntas. Firmar unos acuerdos y aprobar una Ley a sabiendas de su inconstitucionalidad e ilegalidad ¿no es una presión indebida a la Corte? Por su fallo en Derecho la quieren hacer aparecer ahora ante la opinión pública, injustamente, como contraria a la paz.
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¿Qué seguridad jurídica podemos tener los barranquilleros después de saber que en la ciudad no hay garantías suficientes para llevar a cabo un juicio con imparcialidad y sin presiones indebidas?
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Publicado en EL HERALDO