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Cuando surge una posibilidad para el intercambio humanitario con la intermediación del Presidente de Venezuela, se escuchan muchas voces optimistas. Una en particular circula en la Internet, es la de los ‘Intelectuales y artistas en defensa de la humanidad’. Ellos manifiestan: Quienes, en defensa de la humanidad, visualizamos un mundo donde la libertad y la felicidad colectiva se asienten sobre la justicia, nos negamos a creer que en Colombia se haya consolidado la tragedia como un destino ineludible. Por el contrario, estamos convencidos de que en ese entrañable país llegó la hora de cancelar el largo período de violencia estructural, para emprender, de una vez por todas, la ruta de la paz. Llamamos, pues, a todos los involucrados a acompañar en primer lugar el esfuerzo del Presidente de Venezuela, facilitando las cosas para que el intercambio pueda realizarse a corto plazo. Y una vez logrado éste, a consolidar un camino de paz que sea irreversible, con la seguridad de que no sólo las familias y comunidades afectadas, sino el pueblo de Colombia y el mundo entero lo agradecerán.
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En Barranquilla el colectivo ‘Artistas por la paz’ está convocando a un acto simbólico el sábado 15 en el parque Sagrado Corazón con el lema: ‘Porque no basta conmoverse, hay que moverse por la paz’. Será un evento en donde artistas con diversos pensamientos y propuestas expresarán que la paz es el único camino en la actual situación del país y del mundo.
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Sería importante que los candidatos a la Alcaldía de Barranquilla nos dijeran cómo, con qué recursos y con quiénes (ojalá, personas que tengan probadas capacidades intelectuales y morales) van a realizar las maravillosas promesas que tan alegremente nos anunciaron en la entrevista simultánea que se realizó recientemente en la TV regional. Aunque a Noriega se le notó mejor, se podría especular que esa noche muchos indecisos resolvieron votar en blanco.
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“En algunas ocasiones, los cabildos estuvieron en manos de las familias con mayor poder económico en la ciudad, quienes, la mayoría de las veces, olvidaban la función social y pública que debía cumplir este organismo y se dedicaban a aprovechar en beneficio particular las ventajas que proporcionaban los cargos. Es de sentido común suponer que en aquellas ciudades en las que el cabildo se preocupó por la administración pública fue posible apreciar cierta prosperidad colectiva, mientras que en el caso contrario el cabildo hizo las veces de un depredador”. Cualquiera puede imaginar que la cita anterior (Historia de Colombia, Bogotá, Tauro, 2006, p.85.) hace referencia a los cabildos de nuestras actuales ciudades, pero no, se refiere al funcionamiento de los instituidos desde el siglo XVI por la corona española en estas tierras. Saque el lector sus propias conclusiones. ¿Hemos avanzado o todavía superviven las perversas costumbres políticas del siglo XVI?Veamos otra cita: “Los vínculos políticos y la pertenencia a uno u otro partido se definía más bien en el ámbito familiar y local; venían dados por el lugar de nacimiento, por las relaciones de parentesco o de vecindazgo, por las lealtades personales o la sujeción económica y social a determinadas personas a través del caudillismo, el gamonalismo o el clientelismo”. (Historia de Colombia, Bogotá, Tauro, 2006, p.179.). La anterior es una descripción de las costumbres políticas vigentes durante el siglo XIX en lo que actualmente es Colombia. ¿El amable lector puede percibir alguna diferencia con lo que acontece hoy, en el siglo XXI?
Publicado en EL HERALDO
1 comentario:
Soy artista e invito a mis colegas a que hagamos artivismo. Por las citas que usted nos muestra, la historia nos dice que en Colombia todavía no se ha construido la democracia. Un saludo.
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