martes, 5 de agosto de 2008

Visión optimista de las Ciudadelas


Comentario de Patricia Escobar
Hugo, comienzo por el final de tu nota:
1.Nunca es tarde para comenzar un proceso y menos para rescatar algo que ya existió y sigue generando nostalgia. Porque no podemos negar que el carnaval en las calles y plazas, sin ninguna organización aparente, sin ningún libreto distinto a la espontaneidad de sus participantes, es algo que pide a gritos gran parte de los barranquilleros mayores de 30 años, y que pueden comenzar a disfrutar los jóvenes en espacios que tengan su sello. O es que acaso ignoramos que hay muchos grupos folclóricos de niños y jóvenes?

2.Es posible que el Carnaval se repita cada año igual, aunque siempre se siente distinto. Pero el carnavalezco de tu propuesta NUNCA será igual, porque no obedece a un libreto establecido.

3.A pesar de que los grupos folclóricos manifiesten o tengan manifestaciones que indiquen su deseo o necesidad de convertirse en compañías de danza, te puedo asegurar yo, que estuve cerca de ellos durante 5 años que, una cosa es el respeto por los desfiles y otra el sentir carnavalero que llevan por dentro. Es más, muchos grupos son eminentemente carnavaleros, llenos de goce, sin ninguna pretensión artística o profesional. Si las ciudadelas carnavaleras se hacen en la noche, ellos son los que más van a asistir y los que más se la van a gozar.

4.Toda la vida los disfrazados y hasta los directores de grupos han buscado un reconocimiento económico: monedas, sancocho o ron. No debe aterrarnos eso. Cuando niña, la forma de espantar a los gorilas y los negros pintados era dándoles plata. O a ti no te tocó eso?

5.Totalmente de acuerdo con esta afirmación tuya “Se está acabando la espontaneidad de los ciudadanos. La ironía, la burla se está perdiendo. La fiesta, en su esencia humorística, se está muriendo” La pregunta y la tarea es: cómo rescatarla, como incentivarla, cómo motivarla?

6.Lo más grave y que tú sabiamente lo expones al principio es la inseguridad que estamos viviendo y que preocupa más a las autoridades a la hora de dar los permisos que a la misma comunidad. Porque hay estadística ciertas entregadas por la Policía que demuestran que durante el Carnaval y aún en el precarnaval se disminuyen significativamente los índices de criminalidad.

Como yo imagino las ciudadelas carnavaleras como un espacio fundamentalmente de vecinos, éstos saben cuidarse. Los ejemplos están allí, lo que se hizo este año en tres oportunidades en el Barrio Abajo, lo de Hay Macondo y otras…Pero por supuesto hay que trabajar en temas como cultura ciudadana con énfasis en el respeto y el cuidado de lo que es nuestro, desde ya. Y en sectores concretos: Barrio Abajo, Simón Bolívar, Recreo (Siete Bocas) y faltaría otro sitio, que yo propondría la Plaza de la Paz. Por qué? Porque allí el viernes es Noche de Tambó y el martes, Fiesta de Danzas de especiales y letanías. Y entre cada uno de ellos, se podría desarrollar la fiesta popular de todos.


Hugo González
Responde:
Patricia, muchas gracias por tu exelente respuesta. Me sentí supremamente animado por tu sano y sereno optimismo, basado en tu experiencia personal y en el profundo conocimiento de nuestra sociedad. Tu respuesta nos sirve como una argumentación sabia que podría neutralizar a posibles y gratuitos detractores de la idea. Debemos sentirnos contentos por este ejercicio intelectual, que estamos realizando de manera espontánea y sin prevenciones….

No hay comentarios: