lunes, 25 de agosto de 2008

Urbanidad y cultura ciudadana

Por: HUGO GONZÁLEZ MONTALVO

Si hacemos un recorrido por algunos sectores del centro de la ciudad y analizamos su aspecto, sus formas predominantes, es evidente el deterioro, la suciedad de las fachadas y la contaminación visual de muchos edificios. El abandono gubernamental, padecido por años, ha generado una especie de estética de la desidia. Los desdichados ciudadanos que sobreviven en sus calles han generado su propia estética de la indigencia. Y la invasión del espacio público con ventas de todo tipo, promovida por la politiquería, ha diseñado una grotesca estética de la corrupción. El panorama se torna muchas veces desagradable, deprimente. Frente a esta situación la población transita con total indiferencia, asume tales circunstancias como normales. Lo anterior es sólo un ejemplo de lo que sucede en la vida de la urbe. Es una mixtura de falta de educación, ausencia de civismo, de urbanidad, de cultura política y de ética en los asuntos públicos. Como por estos días se está hablando de cultura ciudadana, es conveniente que repasemos algunos conceptos.
La formación del “yo social” es consecuencia de la combinación de conocimientos, actitudes, normas y valores. Todos sabemos que la familia es fundamental como agente de socialización temprana de la cultura. En ella vamos adquirir por los hechos observados, experimentados y la repetición cotidiana de comportamientos unas determinadas pautas culturales. Si los padres tienen bajo nivel de estudios y su vida transcurre en el ‘rebusque’ para superar la pobreza, seguramente la formación cívica de los hijos tendrá deficiencias. ‘La imposición dulce’ de la ideología política hegemónica se produce mediante la familiarización de las costumbres de la sociedad. La persuasión de valores mediante discursos deliberados y aleccionadores por parte de líderes cívicos o religiosos es menos efectiva frente a la influencia de la experiencia: el mal ejemplo observado en casa, en el vecindario o las noticias actuales de funcionarios corruptos relacionados con las mafias, los ataques irrespetuosos a la Corte o la ‘Yidispolítica’.
La escuela es otro agente de socialización de la cultura política y ciudadana. En las aulas se enseña participación democrática pero con las prácticas autoritarias de los colegios los estudiantes se forman como seres sumisos. La Ley 115 de 1994 dice: uno de los fines de la educación será el pleno desarrollo de la personalidad dentro de un proceso de formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos. Muy bonito, pero no se cumple. La Asociación Internacional para la Evaluación de la Educación (IEA) interrogó hace unos años a 90.000 estudiantes de grado octavo de 28 países sobre educación cívica (democracia, ciudadanía y valores políticos), nuestro país ocupó el último lugar.
Los medios de comunicación deberían ser los promotores de los valores cívicos. Sin embargo, en Colombia impulsan la actual tendencia de mentalidad de súbditos en la población (que ironía, The New York Times critica la reelección, examen que poco se hace en el país).
En la radio de la ciudad algunos locutores chapuceros fomentan la falta de urbanidad (la ‘corronchería’). La urbanidad son las formas, los modos, civilizados que los humanos hemos convenido para evitar la violencia. Necesitamos más bacanería, buenos modales, y menos chabacanería.
Conclusión: una campaña de cultura ciudadana debe incluir la disminución de la pobreza, ser gradual y a largo plazo.
Publicado en EL HERALDO

domingo, 17 de agosto de 2008

Caribanía Planetaria, el Caribe del corazón


Festival caribano de Notting Hill, Londres
Por: Hugo González Montalvo
En el mundo actual, donde las diversas culturas del planeta mantienen un contacto permanente a través de la Internet y los medios masivos globalizados, es necesario reflexionar sobre algunos conceptos y, en lo posible, adaptarlos a las nuevas circunstancias. Por ejemplo: la palabra Caribe -circunscrita al territorio de la gran cuenca del Caribe- es insuficiente para referirse a la cultura que allí se generó y que hoy está dispersa por todos los continentes. Es decir, el mapa del territorio físico no coincide con el de la cultura.
Por eso, se plantea la palabra Caribanía para designar adecuadamente a ese territorio espiritual de la cultura que rebasa al Caribe geográfico. El vocablo Caribanía hace entonces referencia a la comunidad y la cultura que se identifica con el estilo de vida propio del Caribe. Incluye, por supuesto, a los actuales habitantes del Caribe y a los que emigraron. Nos referimos preferentemente a las comunidades de caribanos que habitan en ciudades como Miami, New York, New Jersey, Los Ángeles, Toronto, París, Ámsterdam, Londres, Madrid, Barcelona, Roma, Milán, Berlín, etc. En esos lugares, los grupos de ascendencia caribeña conservan, aunque transformadas, partes de sus costumbres.
Festival de Notting Hill, Londres
Los nostálgicos caribanos de la diáspora cuando se reúnen reviven los rasgos esenciales de la cultura ancestral; los valores, la estética, la espiritualidad, las emociones, el sentido de apreciación de la naturaleza, la convivencia festiva, la música. Bailan salsa, juegan dominó, conversan sobre béisbol o evocan las placidas siestas en la lejana playa tropical escuchando en la hamaca a Bob Marley y Hector La Voe. Caribanía, entonces, se encuentra viva, actuante, donde quiera que se halle un individuo o una comunidad autoconstruyéndose en el espíritu extrovertido y expansivo de la cultura del Caribe. Los caribanos y caribanas se declararán planetarios en la medida en que reconozcan que su destino está ligado al de la humanidad entera. Hacemos parte de la multitud planetaria multicultural que lucha por contrarrestar la destrucción de nuestro hábitat natural. La Caribanía con mentalidad planetaria busca integrase, sin desaparecer, en la diversidad cultural contemporánea. Aparece como el espíritu alegre y creativo, que hermanando a los caribanos, despierta simpatía a su alrededor. Se expresa masivamente y con éxito en la industria del disco, del video, del cine, en el arte y la literatura. La cultura caribana es la sal y la pimienta que entusiasma los espíritus de todos que entran en contacto con ella. Recordamos que ese legado caribano, acumulado cultural mestizo, se formó con los aportes sucesivos de los arawaks (llamados siboneyes), de los Taínos, de los osados Caribes, de los españoles, de los ingleses, de los franceses, de los holandeses, de los africanos, de los estadounidenses. Todos llegaron e intervinieron con sus conquistas violentas, su letra, su espada, su guitarra, su piratería, sus plantaciones de caña de azúcar, sus religiones, sus instituciones coloniales, sus tambores, su comercio y sus invasiones. Los colonos europeos veían a la región Caribe como un lugar poco agradable, el calor y humedad les parecían insoportables. Había que enriquecerse y regresar lo más pronto posible a la metrópoli. Por eso teatros y cabarets se propagaban más que colegios o periódicos. Que ironía, hoy, por el contrario, en el primer mundo el Caribe es promocionado como un lugar paradisíaco, óptimo para vacacionar; sus playas, su mayor encanto. Los caribanos sabemos que la mayoría de la población de la región no disfruta de ese supuesto paraíso. Conocemos de la complejidad de la vida social, económica y política de la región. Lidiamos con la fuerza recurrente e incontrolable de los huracanes, con la escasa tradición democrática de las naciones, con las economías siempre en límite de la supervivencia, con el hambre, el racismo, la violencia, el machismo, la exclusión social, las rutas del narcotráfico, con bloqueos, etc. Es el lado negativo de Caribanía, que es resistido por la población que trabaja y estudia con optimismo para superar las dificultades. Ciudades como Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Ciudad de Panamá, La Habana, Santiago de Cuba, San Juan de Puerto Rico, Maracaibo, Caracas, Santo Domingo, Puerto Príncipe, Salvador de Bahía, poseen un existencial horizonte de expectativas muy similar, lo que nos hace recordar la vigencia del parentesco cultural caribano.
Hacemos un llamado a los políticos, los estadistas y empresarios honestos para que se interesen por reconocer la existencia de Caribanía, como una comunidad internacional con un creciente mercado, con gran capacidad de demanda de productos, con características étnicas - alimentos, artesanías, obras artísticas culturales y artículos industriales- que pueden ser abastecidos desde la región. Caribanía como colectividad cultural supranacional es también un factor de cohesión política que nos permitirá alcanzar acuerdos entre Estados de la región con diferentes regímenes e ideologías y así negociar unidos frente otras comunidades de naciones con fuertes vínculos étnicos (europea, musulmana, asiática, etc.). Para muchos, que vivimos con plenitud la fiesta del ahora, Caribanía Planetaria es el Caribe que llevamos en el corazón.
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Publicado en el diario EL HERALDO de Barranquilla, Colombia.
Columna de opinión. Página editorial
Martes, 20 de noviembre de 2007.
Nota: La palabra Caribanía, con el sentido propuesto, lo utilicé en 1989 al titular: “República Independiente de Palmas de Caribanía” el medio metraje en video realizado en Barranquilla bajo mi dirección. Contó con la participación de los estudiantes de comunicación social de la Universidad Autónoma del Caribe y el apoyo técnico de la institución educativa .

América y Rubén Blades, presentes



Por: Alex Salebe · 5 de agosto de 2008


Rubén Blades sigue emocionando a sus sesenta años de edad y después de más de tres décadas de carrera musical. No me lo contaron, lo vi y viví en el multitudinario concierto salsero de Santa Cruz de Tenerife. Pensé que iba a encontrarme sobre todo con gente de más de treinta años de edad pero me equivoqué. El número de asistentes me impresionó así como la gran cantidad de jóvenes que ni siquiera habían nacido cuando el compositor, cantante, abogado y político panameño escribió su primera canción: Juan González, aquella que comienza diciendo “la patrulla ha llegado al pueblo con la noticia, que acabaron con Juan González el guerrillero...” Blades no necesita hacer acrobacias en el escenario o bailar desenfrenadamente para ganarse al público. En la gira por Europa, ‘Panamá se queda en ti’, ha demostrado nuevamente, tras nueve años alejado de las tarimas musicales, su capacidad para cautivar al respetable con sus letras e interpretación acompañado de una buena banda, en este caso la costarricense Son de Tikizia. La música de Blades son reflexiones cantadas e historias narradas, es la esencia de su éxito. En Tenerife, por ejemplo, cantó durante casi tres horas sólo una parte de su extenso repertorio. Los asistentes escuchamos con respeto y emoción composiciones inolvidables que aluden a la hermandad entre los pueblos del mundo, la unión de la América que Bolívar soñó, el amor de familia, la honra a la memoria de quienes han entregado su vida por una causa común, el caso de la joven que se fue con un músico contraviniendo el deseo de sus padres que preferían la convivencia con un "doctor", el hombre "camaleón" que esconde sus verdaderas intenciones, las decisiones que hay que tomar en la vida cuando se está entre la espada y la pared, la realidad del "mundo plástico" en el que vivimos, el "tiburón" grande que pretende comerse a los países chicos, el castigo implacable del mayoral al campesino o la similitud entre la cultura del Caribe y la de las Islas Canarias, y más y más y más. Blades seguramente es uno de los pocos artistas que en plena actuación puede darse el lujo de hacer una breve pausa para machacar sobre la importancia de fijarse en el carácter de la persona y no en el color de su piel, como lo hizo en Tenerife, o de firmar la lluvia de banderas de países latinos y europeos que cayeron sobre el escenario mientras los coros de la orquesta le cubrían la espalda durante la canción Te están buscando. Nadie protestó, al contrario, le aplaudieron, terminó de firmar, devolvió los símbolos patrios y retomó con más fuerza su rol de voz líder, es Rubén Blades. Dejará de ser ministro de Turismo del Istmo en julio de 2009 y antes quiso hacer esta gira promocional intentando que Panamá se quede entre nosotros. En la previa de los conciertos se muestra un pequeño vídeo del país centroamericano, luego Blades aparece en el escenario con una chaqueta deportiva y un par de maracas con los colores de su país, pero en definitiva la promoción la hace su talento. Gracias Rubén por el conciertazo. No lo digo yo, la ovación del final fue sencillamente espectacular.

Contenido del Libro: Caribanía. Fiestas, leyendas y personajes fantásticos del Caribe colombiano

Caribanía.
Fiestas, leyendas y personajes fantásticos del Caribe colombiano.
EMILIO DEL PUERTO

NOTAS PRELIMINARES:
Elevemos un poco más nuestro canto.
Versículo 1º de la Égloga IV de Virgilio.

Por: Hugo Emilio González Santiago
En el Caribe, aquella original fusión de elementos étnicos se decanta. Y el fenómeno de la multiculturalidad, valga esta palabra por lo expresiva, es asombroso y adquiere nuevas presencias. Sin embargo, hoy es sólo una referencia geográfica. Porque, ante las expectativas de la identidad de sus nuevas conductas e imaginario social, a esta cultura emergente y deslumbrante que se desborda a otros continentes, ahora se le llama Caribanía.

En el norte del país somos caribanos, desde el valle del Sinú hasta las olas del mar que se rompen en el Cabo de la Vela. La tradición oral y escrita nos ha regalado la maravillosa mitología zenú. Las leyendas fabulosas de la cuenca del Magdalena. Un acordeonista que convierte al demonio en un pobre diablo. Mientras que mujeres raizales aparecen como bailadoras fulgurantes por el Sinú y sabanas de Sucre. Ganadería y corralejas. Tabacales y gaitas. Trasegar de juglares. Urbes, puertos, aldeas. Pescadores, mohanes y cultura anfibia. Aires musicales del terruño o espectáculos como nuestro carnaval se han vuelto planetarios.
Y esta magia fluye a través de los relatos y poemas que Emilio del Puerto ofrece a lectores de todas las edades.
Hagamos ahora una reseña breve de títulos y apartados con sus ubicaciones geográficas:
1.-Claroscuro de Cumbiamba. El aire de la cumbia que en espirales ha dado vueltas al mundo, surgió en los pueblos situados al norte del país, entre instrumentos nativos, trajes españoles y presencia africana.
Con la parafernalia de parejas que bailando giraban alrededor de los músicos -las mujeres con velas encendidas- se hubo conformado la cumbiamba.
Y Emilio del Puerto ha creado un poema onomatopéyico que al leerlo o escucharlo, nos deleitamos oyendo los tambores, guaches y flautas. 2.-Al Sombrero Vueltiao.La Revista Semana de junio 26- 2006 dice en su portada: “Los colombianos eligieron el sombrero vueltiao como el símbolo que más nos representa”. En sus páginas interiores aparecen personajes importantes luciéndolo. Y agrega: “Aunque es propio de la región costeña, se convirtió en el hito colombiano dentro y fuera del país…”
3.-Susurro de Gaitas. En los Montes de María y Sabanas (Bolívar y Sucre), ha venido fluyendo una música ancestral candorosamente pura. Que le ha dado vuelta al mundo y oyen oídos receptivos.
4.-Toros en Corralejas. En los departamentos de Bolívar, Córdoba y Sucre, manteros (toreadores) con un arte espontáneo, osado e inverosímil, juegan a los toros en las fiestas patronales.
5.-María Barilla.                                           Óleo de Wilfrido Ortega
Bailaba en las noches de fandango y sanas alegrías de la costeñidad por el Río Sinú –Córdoba- como estrella fulgurante. En San Pelayo los músicos crearon el porro palitiado y bailadoras con María Barilla a la cabeza, comenzaron a bailarlo en lugares abiertos.
6.-Pola Bertel. Como bailadora era imprescindible en los fandangos de Sincelejo –Sucre- donde la identificaban con sus fiestas.
7.-Noches de Guacherna. Un desfile nocturnal lleno de mascaradas acompañado de música autóctona se anticipa alegremente a los bailes, fantasías y parrandas del carnaval.
8.-Carnaval de Barranquilla. Disfraces, danzas, orquestas, carrozas, alegrías y regocijos bulliciosos. El espectáculo es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad. 9.-Freud. El famoso sicoanalista nos visita, observa este fenomenal esparcimiento y quiere recomendarlo como terapia a sus pacientes de Europa.
10.-Aparece Joselito Carnaval. Comedia del último día del carnaval de Barranquilla.
11.-Francisco el Hombre. Un acordeonista deambula por los departamentos de la Guajira y el Cesar inventando caminos por fantásticos parajes.
12.-El Hombre Caimán. Un joven fisgonea a las muchachas que se bañan en el río. Sucede en el pueblo ribereño de Plato - Magdalena.
13.-Tomasita y su Danza. Cerca de Ciénaga –Magdalena- en un pueblo de pescadores, una mítica niña ha dado origen al rito de su sacrificio en la Danza del Caimán.
14.-La Llorona Loca. En Tamalameque, Cesar, entre las sombras de la noche surge azarosa un fantasma que grita con desconsuelo. 15.-La Patasola. Aparece como un embrujo aterrador por la Ciénaga de Zapatosa (Magdalena y Cesar).
16.-La Sombrerona. Un espanto femenino con un sombrero que crece, sale por las noches en un pueblo sin nombre.
17.-Bacán Bacaneando. Origen y recorrido del vocablo bacán. Ahora designa al personaje que encarna la alegría caribeña.
Ustedes, lectores de todas las edades que buscan recreación y mayor acercamiento a la idiosincrasia de nuestra querida parcela caribeña… ¡Adelante! Sumérjanse en sus leyendas mitos, tradiciones y cuentos.
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Precio es de $ 14,900. Pesos colombianos.
Disponible en la LIBRERÍA NACIONAL de Barranquilla, Colombia.
Contactar con el editor:
Katia Oliveros.
Cel. 3003834063  y  3 60 15 01
Fundación Bacanería Planetaria
Barranquilla, Colombia.

sábado, 16 de agosto de 2008

Caribanía. Caribe cultural, concepto, definición.

Por: Hugo González Montalvo
Caribanía rebasa al Caribe geográfico

El Caribe -circunscrito al territorio de la gran cuenca del Caribe- es insuficiente para referirse a la cultura que allí se generó y que hoy está dispersa por todos los continentes. Es decir, el mapa del territorio físico no coincide con el de la cultura. Por eso, existe la palabra Caribanía para designar adecuadamente a ese territorio espiritual de la cultura que rebasa al Caribe geográfico.

Caribanía, comunidad y cultura.


Caribanía hace entonces referencia a la comunidad y la cultura que se identifica con el estilo de vida propio del Caribe. Incluye, por supuesto, a los actuales habitantes del Caribe y a los que emigraron. Nos referimos preferentemente a las comunidades de caribanos que habitan en ciudades como Miami, New York, New Jersey, Los Ángeles, Toronto, París, Ámsterdam, Londres, Madrid, Barcelona, Roma, Milán, Berlín, etc. En esos lugares, los grupos de ascendencia caribeña conservan, aunque transformadas, partes de sus costumbres. Todos ellos llevan el Caribe en el corazón.

Caribanía y cultura de la diáspora.


Los nostálgicos caribanos de la diáspora cuando se reúnen reviven los rasgos esenciales de la cultura ancestral; los valores, la estética, la espiritualidad, las emociones, el sentido de apreciación de la naturaleza, la convivencia festiva, la música. Bailan salsa, juegan dominó, conversan sobre béisbol o evocan las placidas siestas en la lejana playa tropical escuchando en la hamaca a Bob Marley y Hector La Voe.

Los caribanos y las caribanas.


Caribanía se encuentra actuante donde quiera que se halle un individuo o una comunidad autoconstruyéndose en el espíritu extrovertido y expansivo de la cultura del Caribe. Los caribanos y caribanas hacen parte de la multitud planetaria multicultural . La Caribanía con mentalidad planetaria busca integrase, sin desaparecer, en la diversidad cultural contemporánea. Aparece como el espíritu alegre y creativo, que hermanando a los caribanos, despierta simpatía a su alrededor. Se expresa masivamente y con éxito en la industria del disco, del video, del cine, en el arte y la literatura. Por ejemplo: “Republica Independiente de Palmas de Caribanía” se llamaba el mediometraje de ficción que se realizó en el año 1989 en Barranquilla, Colombia, utilizando el nombre con las connotaciones expuestas en este artículo y dirigido por quien escribe estas líneas.

Caribanía, acumulado cultural mestizo.

Recordamos que ese legado caribano, acumulado cultural mestizo, se formó con los aportes sucesivos de los arawaks (llamados siboneyes), de los Taínos, de los osados Caribes, de los españoles, de los ingleses, de los franceses, de los holandeses, de los africanos, de los estadounidenses. Todos llegaron e intervinieron con sus conquistas violentas, su letra, su espada, su guitarra, su piratería, sus plantaciones de caña de azúcar, sus religiones, sus instituciones coloniales, sus tambores, su comercio y sus invasiones.

Ciudades de Caribanía.


Ciudades como Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Ciudad de Panamá, La Habana, Santiago de Cuba, San Juan de Puerto Rico, Maracaibo, Caracas, Santo Domingo, Puerto Príncipe, Salvador de Bahía, poseen un existencial horizonte de expectativas muy similar, lo que nos hace recordar la vigencia del parentesco cultural caribano.

El documental LA BACANERÍA, los bacanes y las bacanas. Puede verse el video, una versión abreviada de 9:45.



Versión abreviada de enero de 2008.

FICHA TÉCNICA:


" LA BACANERÍA, un estilo de vida"

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Guionista y director: Hugo Rafael González Montalvo

Productor: Alex Salebe Rodríguez, periodista.

Asistente de Dirección:
Patricia Martínez, periodista.


Producción de campo:
Jaime Olivares, antropólogo, investigación de campo.
Rafael Bassi, investigador musical, asesoría musical
Haroldo Martínez, médico siquiatra. Actor personaje. Investigador.
Rafael “Gino” Jimeno, gestor cultural, productor barrio abajo.
Rafael Darío Jiménez, gestor cultural, productor de campo.



Personajes que aparecieron en el Documental:

"El Viejo Hugo" y "El Viejo Pipo”, Haroldo Martínez, médico siquiatra.



Nelson Pinedo,”El Pollo Barranquillero”, cantante “Sonora Matancera”.

Oliverio del Villar, gestor cultural.

Odín Arregocés, “El Buggy” arquitecto, periodista

Rafael Alfonso Figueroa “Ralphy cien”, empresario y salsero.

Humberto Andrade “Tico Salsa”, animador y coleccionista de música Salsa.

Victor Manuel Delgado, “Jonny Vi”, bacán salsero.

Jorge Batt, “El Tongui”, comerciante, salsero.

Rodolfo Espinosa, locutor, bacán de la radio.

Pepe Calvo, bailarín de Salsa.

Blanca Flor Palomino. (q.e.p.d.) fotógrafa.

Rafael Roncallo, abogado.

Humberto Acosta Nuñez, (q.e.p.d.) periodista.

Fedora Escolar, promotora cultural.

Orielo Alarcón, abogado, investigador salsero.

Miriam Martínez, bacterióloga, bacana salsera.

Patricia Daes, “Pachy” (q.e.p.d.) bacana, gestora cultural.

Luis Guillermo Romero, bacán vendedor de frutas.

"Wilie Salsita",Bailador de Salsa.


Melbis Barros, Educadora.
Yvette Berdugo, bacteriologa, bailarina bacana.
Alvaro Ortiz, vecino Barrio Abajo.
Grupo “Alianza Rap” Barrio Rebolo.
Rafael Bassi, Educador, investigador musical .
“El Negro Rey”,bailarín de Salsa.

Producción técnica:
Carlos Riveros, camarógrafo.
Miguel Mendoza, edición.
Carlos Teheran, edición.
Edwin Solano, vestuario.

Apoyo y agradecimientos :
Ministerio de cultura de Colombia.
Pedro Polo.
Alvaro Barboza.
Carlos Pajaro.
Familia Eljach Amador
Familia Jimeno Pernett
David Zarur
Enrique Chinchilla
Robinsón Albor

De nuevo gracias a los habitantes del barrio Abajo de Barranquilla y a los muchísimos amigos y amigas que colaboraron en la realización de estas ideas.



Divulgadores y relacionistas:
Oscar Villarreal, gestor cultural.
Donnatella Mucciarini, traductora, mediadora cultural

Presentaciones en festivales y televisión:

Festival Internacional de Cine de La Habana. La Habana. Cuba. 1998.
Festival Internacional de Cine CINEMAFET. San Juan de Puerto Rico.1998.
Festival Internacional de Cine de Cartagena Muestra Internacional De Videos Cartagena. 1999.
Festival de Arte y Cultura Colombiano de Milán. Teatro de Comuna Baires. Milán. Italia. 2000.
Muestra Internacional de Cine y Vídeo. Ministerio de la Cultura. 1999.
III Salón Internacional del Autor Audiovisual, Cinemateca Del Caribe. Barranquilla. 1998. Barranquilla, Colombia, enero de 1989.
Encuentro Latinoamericano de Antropología e Historia. Universidad Nacional Autónoma de México. 1998
Señal Colombia. 1998.
Telecaribe.1998, 1999, 2000, 2001, 2002,2003, 2004, 2005,206.
TV Regional y Local provincias de Corrientes. Chaco. Formosa. Argentina. 2000.
Tertulia Cultural De Colombia. Miami. 1998.


Premios y Reconocimientos:

Mención De Honor En Los Premios Nacionales De Artes 1998. Universidad Del Valle. Categoría Comunicación Social. Cali. Junio. 1998.
Ganador en la selección del concurso nacional de proyectos. Colcultura1997, series para televisión. Colcultura. 1997
Seleccionado en la primera muestra internacional itinerante de los mejores documentales colombianos. Ministerio de la Cultura. Bogota. 1999.
Selección en el festival de arte “Acercarte”. Cartagena. 1999.
Entrevista programa “la lechuza”, canal nacional Caracol. Dedicado en su totalidad a “La cultura de paz de la bacanería”, enero 6 de 2002.
Becario de Intercambio de Grupos de Estudios Culturales de Rotary Internacional. Visita cultural a la Argentina. 1999.
Programa especial de la serie Archivos. Canal Telecaribe, diciembre 2001