viernes, 5 de enero de 2007

La bacanería es alegría.


Abrimos los ojos y experimentamos la vida entre los humanos; somos conscientes que estamos compartiendo el fluir del misterio de lo insondable, de la deriva natural.

Sentimos una alegría profunda.Es una forma intensa, prudente y moderada de celebrar la vida. Para los bacanes y bacanas el alegrarse en la bacanería no es la celebración sin control de todo lo que en la vida sucede, ni la indiferencia o el desprecio mezquino del dolor ajeno.

Es la alegría de la libertad responsable. Es la alegría de sentirse humano entre humanos. Es vivir con alegría la espiritualidad humana a través de la solidaridad, de la compasión, el compartir.

Es el experimentar gozoso de lo místico, de la música, de la meditación, del baile, de la filosofía, de las ciencias, de la intuición creativa, del juego limpio.